En época de mis abuelos, el agricultor sabía manejar las mulas y los bueyes para el arado, y la conducción segura de carros, y carretas por caminos difíciles llenos de hierba y barro.
En tiempo de mis padres, aprendió el manejo del tractor y las diversas máquinas agrícolas que facilitaron la siembra, la cosecha y otras actividades.
Actualmente su reto es otro: manejar en el ordenador los programas informáticos y aplicaciones para responder a un aluvión de documentos llenos de recuadritos que se le exigen para dejar constancia de todo lo que hace, lo que se propone, lo que consigue y lo que solicita. Es el trabajo que le espera al llegar cansado a casa. Después de la jornada laboral, unas horas de gestoría. ¿Jornada de 37 horas y media?