Recupero una vieja fábula que no ha perdido actualidad: la de la Hormiga productiva y feliz que llegaba pronto a la fábrica y trabajaba mucho.
El gerente Abejorro la valoraba, pero consideró que actuaba sin control, así que nombró supervisor al Escarabajo, quien para controlar las horas de entrada y salida de la Hormiga contrató como secretaria a la Arañita. Se dieron cuenta entonces de que para medir mejor la producción, deberían analizarse casos comparativos y encargaron el estudio a la Cucaracha, la cual necesitó una gerente de área, la Cigarra. Faltaba aún quien a fin de año hiciera la auditoría y eligieron al Búho.
Hasta que un día el gerente dijo que eran muchos y había que reducir personal. La Hormiga productiva y feliz fue despedida.