Un juez ha dictado una orden de alejamiento por la que Rubiales no puede acercarse a Hermoso a menos de 200 metros. A una distancia así no podrá repetir el beso.
El Código Penal dispone que el juez decida la distancia entre el agresor y la víctima, con respecto a su domicilio, puesto de trabajo o lugares que frecuenta. Si se produjera un encuentro fortuito, el agresor no será castigado si se aleja voluntariamente.
Los jueces antiguos podían determinar que la distancia fuera «a un tiro de piedra», sin embargo es una medida poco concreta. Un magistrado determinó que el vecino de un pueblo de Albacete se mantuviera alejado 300 metros de su víctima, pero un recurso lo cambió a 70 porque el pueblo era tan pequeño que aquello equivalía a un destierro.