«Somos las campeonas del puto mundo». Más claro imposible. Así habló al final del partido de ayer Jennifer Hermoso. Toda una crack. Igual que sus compañeras de la Selección femenina. Por el gran fútbol que practican, desde luego. Pero también por su espontaneidad.
Las jugadoras corearon «Leti, Leti, Leti...» delante de la esposa de Felipe VI y gritaron «que bote la reina, que bote la reina». Y la monarca botó. Cómo no. Si hace falta, a Su Majestad, experiodista y gran experta en relaciones públicas, no la gana a campechana ni su suegro.
El presidente de la Federación, Luis Rubiales, besó en la boca a Jennifer en la celebración. El gesto provocó numerosas críticas. «Cuando dos personas tienen una muestra de cariño sin importancia, no podemos hacer caso a las idioteces», se justificó Rubiales. La polémica está servida.