Hace unos días, Amaral mostró sus pechos durante un concierto. Era un acto reivindicativo. «Por Rigoberta, por Zahara, por Bebe... para que no nos quiten la libertad...», dijo. Era una valiente forma de protestar contra la censura por Vox y PP de varias obras de teatro y contra el machismo del partido ultra.
Entre las obras canceladas está El mar: visión de unos niños que no lo han visto nunca. Es la historia de un profesor de Mont-roig, Antoni Benaiges, que ejerció en una aldea de Burgos, Bañuelos de Bureba. Prometió a sus alumnos llevarles a ver el mar a Tarragona. No pudo ser porque fue asesinado por los franquistas en julio de 1936. PP y Vox impidieron que la obra se representara en Briviesca (Burgos).
En un país normal, el gesto de Amaral sería una anécdota. Pero con la que está cayendo es un gran símbolo de rebeldía.