¿Educación y sanidad, prioritarias?

Nos llenamos la boca diciendo que la educación y la sanidad son dos pilares de nuestra sociedad y la realidad es otra. En la sala de espera de un importante hospital de nuestro territorio, el lunes poco después de las ocho de la mañana más de treinta personas aguardaban en la sala de espera de consultas externas para hacerse una analítica.

Una hora y cuarto después junto a la puerta del box de extracciones pediátricas, tres familias aún aguardaban a que fuera su turno con sus pequeños, inquietos ante los pinchazos que les esperaban. Tras preguntar qué sucedía la respuesta fue «hay personal de vacaciones y no lo han sustituido. Quéjense en Atención al Paciente».

Segundo caso: el informe del Consell Superior d’Avaluació de la Generalitat de marzo. Sus conclusiones son demoledoras: hay menos alumnos excelentes y más de nivel bajo respecto a ediciones anteriores. Matemáticas registra el peor resultado en once años: dos de cada diez alumnos de 4º de ESO (dieciséis años) no superan la prueba. Nueve de cada diez escriben con faltas de ortografía y hacen una media de seis errores por cada escrito. Educació atribuye los resultados al impacto de la pandemia y es evidente que ha repercutido, pero la calidad de la educación debería mejorar año a año y no recular.

En ambos casos, somos los ciudadanos los que debemos exigirlo.