El pensamiento marxista sigue plenamente vigente. No tanto el de Karl, como el de Groucho, humorista nacido en Nueva York en 1890 y fallecido en Los Ángeles en 1977. He aquí algunos ejemplos aplicables al panorama político:
POLÍTICA.- Es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar los remedios equivocados.
PROGRAMA.- Estos son mis principios. Si no le gustan, tengo otros.
OPOSICIÓN.- Todavía no sé lo que me va a preguntar, pero me opongo.
REUNIÓN.- Antes de comenzar vamos a fijar las reglas: ¿Jugamos como caballeros o como lo que somos?
A Groucho Marx, como a Churchill, se le atribuyen otras muchas frases que en realidad no son suyas; una de ellas es que dispuso que su epitafio, escrito sobre la tumba, dijera: «Perdonen que no me levante». Gracioso, pero falso.