Posible cambio de ciclo. Elecciones andaluzas

Este domingo los populares han conseguido otro de los hitos que se marcaron hace meses como pasos necesarios para recuperar la ansiada plaza de la Moncloa: primero fueron las elecciones de Castilla y León que dejaron un sabor agridulce en Génova y precipitaron la crisis que dio con Casado en tierra, y ahora las elecciones andaluzas.

Tras las primeras todo el caudal de ilusión de gobernar en solitario en tierras castellanas se vino abajo despejándose la niebla en el espejo y consolidándose la realidad: una coalición entre PP y Vox.

Tras el mal trago todo la maquinaria del nuevo PP se fijó en Andalucía como siguiente objetivo donde no podían volver a fallar: rotos los puentes con unos Ciudadanos moderados pero inocuos se debía trabajar para conseguir una mayoría aplastante que les permitiera liberarse del abrazo incomodo de los fascistas. Y los resultados muestran varias cosas:

-El PSOE ha dilapidado definitivamente lo que era su principal granero de votos.

-El ‘Partido de Juanma’ ha conseguido una victoria muy holgada demostrando que se anuncia un cambio de ciclo sobre todo si los populares optan por la gestión y se alejan del ruido y de la mentira.

- La izquierda del PSOE ya es un erial hasta en territorios donde históricamente había un electorado fiel progresista.

- Vox se ha dado cuenta, más allá de sus correctos resultados, de que para protagonizar un sorpasso o un vuelco espectacular hace falta algo más que mentir, insultar, tergiversar y tomar a la gente como idiotas.

Todo esto nos indica que tras las andaluzas nos abocamos a dieciocho meses de insufrible agonía del gobierno si es que su Presidente no mueve alguna ficha que le permita recuperar alternativas. No se pueden extrapolar los resultados ...no. Pero Madrid, Castilla y León (en menor medida) y Andalucía suman victorias populares en territorios muy poblados y en las que se mezclan varias cosas:

- El Gobierno no ha conseguido aterrizar un discurso en el que pueda poner en valor las no pocas iniciativas sobre todo sociales que ha tomado.

- La soberbia que ha mostrado Sánchez es mala compañera y más cuando dependes de una geometría variable para mantenerte en el poder.

- El PP está consiguiendo poco a poco rentabilizar el cabreo colectivo que tiene este país y sobre todo está acertando en apuntar a la economía como el gran debate.

«Es la economía estúpido» fue el lema que se inventó el asesor de Bill Clinton James Carville en la campaña de 1992 en la que consiguió elevar al dirigente demócrata de Arkansas por encima de George Bush más centrado en poner en valor sus aciertos o victorias en política exterior.

«Es la economía Presidente Sánchez» parece estar diciendo Feijóo cada vez que puede. Es verdad que el dirigente gallego, fiel alumno de Romay Becaria, no sale de un limitado discurso sobre bajada de impuestos pero en todo caso sí que está empezando a liderar ese descontento de la mayoría de la ciudadanía sea del partido que sea.

Ver que llenar el depósito te cuesta el doble que hace dos semanas a pesar de las medidas del Gobierno, ver como el coste de la cesta de la compra se ha inflado entre un 25 y un 35% (sandías a precio de lujo o tomates para colección), ver todo eso enfada y cabrea mucho.

Ya sabemos que el Gobierno no tiene la culpa de la guerra de Ucrania ni de la subida de tipos de interés ni de una parte importante de la inflación. Pero aunque lo sepamos, nadie en el Gobierno hace algo más que propaganda pura que encima enfada más al ciudadano.

¿De qué sirve escuchar a los portavoces desgranar como loros todas las medidas de ayuda y todos los decretos puestos en marcha para paliar la situación si luego en el día a día eso no se refleja en la experiencia del ciudadano?

Quedan 18 meses para acabar la legislatura y muchas cosas por hacer y otras más por explicar mejor. Confiar que la ministra de trabajo Yolanda Díaz pueda construir una fuerza suficiente a su izquierda y que el frágil equilibrio con los nacionalistas se mantenga no es una formula muy creíble como para que estos 18 meses no se conviertan en 12 o menos, como desea el PP.

Javier Pons inició su carrera en Radio Reus.

Ha sido director de “El Terrat”, director de TVE
y CEO de Prisa Radio. Actualmente dirige la
productora Globomedia (Mediapro).