Parados fuera del sistema

El desempleo ha tenido un buen comportamiento el pasado mes de febrero. Con todo, faltan todavía bastantes años para recuperar las tasas de paro y de actividad anteriores a la crisis. Y ello plantea un problema adicional, que no podemos desconocer ni dejar de tratar de un modo u otro: cada vez hay un porcentaje mayor de parados de larga duración que no cobran subsidio de desempleo ni ayuda de ninguna clase. Los últimos datos publicados son bien expresivos: según fuentes oficiales, la cobertura del sistema de protección por desempleo fue del 56,49% en enero del año en curso, casi cinco puntos porcentuales menos que un año antes, lo que significa que más de cuatro de cada diez parados no cobra ninguna clase de ayuda, contributiva o no contributiva. Concretamente, en enero había poco más de 2,4 millones de beneficiarios de algún tipo de ayuda, lo que representa un descenso del 13,8% respecto a enero de 2014. Hay más de dos millones de parados registrados –tres según la EPA– que no perciben retribución alguna. Personas que se proletarizarán, abandonarán la clase media y se considerarán, con razón, marginadas porque, como dijo Alain Touraine a comienzos de la actual era de la desregulación laboral, lo importante ya no es estar arriba o abajo en la escala social sino encontrarse dentro o fuera del sistema. Quizá fuese conveniente hacer algo para reducir su legítima indignación e infundir necesarias dosis de cohesión a la fracturada sociedad actual.