En 2021, la moción de censura de Oliver Klein para expulsar a ERC y Junts del gobierno fue por el bien de Cambrils. Dos años más tarde, cuando Alfredo Clúa (PSC) dejó de lado a su aliado de la moción y decidió pactar con ERC, Junts y Comuns, también fue por el bien Cambrils. Ahora, la ruptura con Junts, dejando un gobierno en minoría sin tener siquiera el presupuesto del 2025, también ha sido por el bien de Cambrils.
Basta. Estáis a punto de firmar el cuarto equipo de gobierno distinto en cuatro años. No ha pasado ni la mitad del mandato y volvéis al punto de partida. A las negociaciones subrepticias, a especular con los intereses de los partidos, del territorio. Pactad rápido y por favor, esta vez no lo justifiquéis con que es por Cambrils.
Si lo fuera, os pondríais de acuerdo para sacar adelante la ciudad. Dejaríais de lado personalismos, siglas y disputas para gestionar el día a día. Si fuera por el bien de Cambrils, tendríamos claro quién será el alcalde el mes que viene.
A este ayuntamiento le brotan los problemas como setas y lo último que necesita es otra crisis política. La ciudadanía está cansada, harta de los vaivenes de sillones. Quién les puede culpar. La sensación que reina es que no hay nadie al timón.
Cuesta ver otra cosa cuando lo único claro de los políticos más próximos es que no son capaces de entenderse. Dicen que la política es el arte de alcanzar acuerdos. Un arte que en Cambrils se ha pervertido hasta tal punto que la desconfianza tiñe toda alianza que se pueda tejer.
