Realismo de Felipe González

No puede ser que un partido se resigne a cosechar un desastre electoral tras otro

19 mayo 2017 23:27 | Actualizado a 22 mayo 2017 21:43
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Felipe González, bastante apartado de la primera línea política pero muy atento a los acontecimientos, publicó ayer un artículo clarificador, Madrid: superar la endogamia, en el que dice, entre otras cosas, lo siguiente: «A los compañeros que piensan que la democracia interna está por encima de los resultados electorales debo decirles que se equivocan: que tenemos que recuperar, con las personas adecuadas, nuestra voluntad de representar a las mayorías y no de resignarnos a que pierdan la mayoría los que gobiernan».

La tesis es un canto al pragmatismo sensato: no puede ser que un partido se resigne a cosechar un desastre electoral tras otro porque un equipo mediocre ha conseguido afianzarse en el aparato de una circunscripción. El objetivo de una formación política como el PSOE es representar a una mayoría de ciudadanos, y no cumplir introspectivamente unas reglas inflexibles de conducta, convertidas en endogámico corsé que frustra cualquier apertura. A nadie se le escapa que el expresidente González da así un valioso espaldarazo a Pedro Sánchez en su pugna con Tomás Gómez, y defiende la obligación del PSOE de romper los círculos viciosos e intentar el reencuentro con la ciudadanía que Ángel Gabilondo puede facilitar.

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