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    Recuperar el litoral

    Tras décadas de retraso con el Corredor del Mediterrani, vale la pena corregir lo que puede ser un error histórico para nuestras comarcas: hipotecar aún más el litoral, uno de nuestros bienes
    más preciados

    20 noviembre 2022 12:30 | Actualizado a 20 noviembre 2022 12:32
    Núria Pérez
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    Una de las imágenes de la semana ha sido la imponente fotografía de los 1.500 empresarios y representantes de los gobiernos de Valencia, Catalunya, Murcia y Andalucía, reunidos en Barcelona, para reclamar que se agilice el Corredor del Mediterrani desde Algeciras hasta Francia. La defensa de esta vital infraestructura ha logrado unir a territorios que difícilmente se ponen de acuerdo en muchas cosas más. Las comarcas de Tarragona también se juegan mucho con la puesta en marcha de esta conexión ferroviaria, pero no únicamente desde el punto de vista de la competitividad. Su implantación tal y como está prevista ahora a través de un tercer carril en la línea de costa, hipotecará aún más la fachada marítima de algunos de los principales municipios de la Costa Daurada, entre ellos la propia Tarragona.

    La química, el Port de Tarragona y sectores como el logístico o el agroalimentario esperan este corredor con ancho europeo desde hace muchos años. Tantos que este 2022 ya se han producido dos movimientos para exigir que, en paralelo a la puesta en marcha del tercer carril que se aceptó como solución provisional para contar con el Corredor, se trabaje en la solución definitiva. El pasado abril, las principales organizaciones económicas (las cámaras de comercio de Tarragona y Reus, Cepta, Pimec, la AEQT y el Port de Tarragona) exigían una línea interior para las mercancías, que evite el paso de estos convoyes por la fachada litoral. Y hace un mes, todos los grupos políticos del Ayuntamiento de Tarragona aprobaron por unanimidad la propuesta de la Plataforma de Mercaderies per l’Interior, que representaría desviar las mercancías por una vía alternativa y segregada. El tema no es menor. Según las previsiones de la Secretaría de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, a partir de 2040, con la entrada en funcionamiento de este tramo del Corredor del Mediterrani a través del tercer carril, pasarán más trenes de mercancías (482) que de pasajeros (434) por el litoral. Una cifra que el lobby Ferrmed eleva a 1.604 trenes semanales cuando esté plenamente operativo el tramo Tarragona- Sant Vicenç de Calders. El Estado adjudicó justo hace un año a la empresa Prointec el estudio de viabilidad de la remodelación de la red ferroviaria de Tarragona y, en breve, deberían conocerse sus conclusiones que se debatirán con el territorio. Habrá que estar atentos a los resultados. Tras décadas de retraso vale la pena corregir lo que puede ser un error histórico para nuestras comarcas: hipotecar aún más el litoral, uno de nuestros bienes más preciados.

    Adiós al mamotreto del Miracle

    Tarragona ciudad parece que está a punto de dar el paso definitivo para dejar atrás uno de los elementos que mayor controversia ha generado en su playa más urbana: el conocido como ‘mamotreto’ del Miracle. El Ayuntamiento ha anunciado esta semana que su desmontaje se iniciará el segundo semestre del año que viene y, en un primer momento, la solución que se adoptará es la habilitación de una plaza de 6.500 metros cuadrados. Significará un primer paso de cara a la renaturalización de este entorno privilegiado. Desconozco cómo será la plaza. Lo que sí espero es que hayamos aprendido la lección y que,

    en el futuro, no volvamos a ver estructuras de 7.200 toneladas de hormigón y, menos, en primera línea de mar. Tendríamos que sopesar mucho mejor las inversiones que hacemos. La plataforma del Miracle supuso una inversión de 8,4 millones de euros, a los que habrá que añadir el medio millón que costará ahora el desmontaje.

    La Tabacalera recupera actividad

    Otro dispendio cuestionable fue el jardín vertical de la Tabacalera, que se inauguró hace diez años tras invertirse 3,3 millones de euros de los fondos Zapatero. La que se presumía como la fachada verde vertical más grande de Europa se había convertido en un armatoste maloliente, colonizado por las palomas que fue desmontado en 2020.

    Espero que hayamos aprendido la lección y que, en el futuro, no volvamos a ver estructuras de 7.200 toneladas de hormigón como las de la plataforma del Miracle en TGN, y, menos en primera línea de mar

    Una de las buenas noticias de la semana tiene que ver con la antigua fábrica de tabaco. El equipamiento reabre este fin de semana con propuestas culturales: un ciclo de danza en el edificio principal como el que se celebró en verano, y una exposición en el Módulo 6, el más cercano a la Necrópolis y al Parc Central. El espacio ha sido acondicionado en los últimos días con el objetivo de convertirse en un complemento al Mèdol-Centre d’Arts Contemporànies, que tiene su sede principal en la Casa Canals.

    Se trata, sin duda, de una excelente novedad, aunque aún quedan por recuperar otros espacios del edificio, y la lista de antiguos equipamientos de la ciudad ubicados en lugares privilegiados y sin uso, sigue siendo demasiado larga: Banco de España, Ciutat Residencial i de Repòs, La Savinosa.

    El Fondo Nuclear, a debate

    Aunque está por ver aún que se puedan mantener los planes de cierre de las centrales nucleares si no se da un salto de gigante con las energías renovables, el Parlament de Catalunya debatirá la próxima semana un tema de importancia capital para los municipios que, un día, se verán afectados por el cierre de estas instalaciones. En concreto, se votará una proposición de ley de modificación del impuesto medioambiental que pagan las nucleares. Presentada por el PSC, plantea ampliar la cantidad del fondo, del 20% actual al 50% de lo que recauda la Generalitat (sería pasar de unos 24 a unos 60 millones de euros) y también el radio de incidencia de las ayudas, de 20 a 30 kilómetros. Este segundo aspecto es el que ha despertado la polémica.

    El Consell Comarcal de la Ribera d’Ebre está de acuerdo con la ampliación de la dotación presupuestaria, pero se opone frontalmente a incrementar este radio, puesto que supondría dar cabida a ciudades como Reus, Salou, Cambrils, Vila-seca o Tortosa. Recuerdan que estas ciudades no están condicionadas en absoluto por el futuro cierre de las centrales nucleares catalanas y la pérdida de empleo que comportará. Veremos cómo acaba la votación, pero parece de justicia que sean los municipios directamente relacionados con el cese de las plantas los que reciban el fondo. La reindustrialización y búsqueda de actividades que compensen los puestos de trabajo y la riqueza que representan las centrales no será fácil.

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