Otegi y Rufián han salido en apoyo de Joan Tardà, a quien algunos separatistas califican de traidor. Otegi critica a un independentismo, de matriz conservadora, que «descarga su frustración sobre el mismo movimiento soberanista».
Coincidiendo con ello, Carme Focadell salió en defensa de Oriol Junqueras, quien tuvo que escuchar gritos de «botifler» cuando hizo la ofrenda floral en el Fossar de les Moreres.
Parece que la ANC podría estar a salvo de estas acusaciones, pero una plataforma de escindidos, de nombre complicado, Donec Perficiam (con el que actuaba Carlos III contra los Borbones), la acusa de «traidora».
Si los independentistas son la mitad de la población, descontando los traidores que no saben que lo son, deben ser algunos menos.