Cuarenta años del Premio Dow en Tarragona

Laís de Oliveira es la última incorporación a una lista de premiados que arranca con Anton Valero y que reconoce el mérito académico

19 octubre 2018 10:19 | Actualizado a 19 octubre 2018 10:22
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Cuarenta años del Premio Dow en Tarragona. El pasado mes de abril, Laís de Oliveira (Brasil, 30 años), se hacía con este galardón en su 40 edición. Un premio que ha reconocido durante cuatro décadas a los estudiantes más brillantes de la Universitat Rovira i Virgili (URV).

El reconocimiento a Laís de Oliveira coincidió con la despedida de Anton Valero como director general de Dow en España y Portugal. Él fue, precisamente, el primer galardonado con este premio creado en 1978, que valora los méritos académicos y humanos, así como los proyectos profesionales y de investigación de los alumnos que acaban los estudios superiores de Ingeniería Química de la URV.

Desde 2013, la dotación del Premio Dow se ha convertido en una oportunidad laboral real. En este sentido, el ganador del Premio Dow recibe una oferta laboral relacionada con la ingeniería química dentro del marco geográfico de Dow EMEA (Europa, Oriente Medio y África). Además, el ganador del Premio Dow recibe una placa conmemorativa y, también, la dotación del Premio puede incluir una ayuda económica para el desplazamiento e instalación del premiado en su nueva destinación laboral.

El reconocimiento de Laís de Oliveira como 40 Premio Dow sirvió a esta joven para acceder a una posición laboral como ingeniera química en el Departamento de Mantenimiento de la planta de Hidrocarburos de Dow Tarragona.

De Oliveira se mostró «agradecida con Dow y con la Universidad», y explicó que «por una parte está el premio en sí, y es un honor que reconozcan lo que has hecho como estudiante, pero también está la gran oportunidad de poner en práctica lo que has aprendido».

«Ésta  es una oportunidad que aprovecharé al máximo», añadió, y defendió el fomento de las vocaciones científicas entre las mujeres: «Realmente somos pocas mujeres; creo que si a una niña le gustan las ciencias, tiene que seguir adelante, que no deje que los comentarios o alguna acción de los demás le desanimen, porque realmente es algo momentáneo».

«Hay que creer en uno mismo -concluyó- y estudiar lo que te gusta, porque es lo que vas a hacer el resto de tu vida».

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