Reus

Drones y seguridad aérea en Tarragona: así trabaja la unidad Pegaso de la Guardia Civil

Maletas detectoras, drones y pistolas inhibidoras: tecnología punta al servicio de la seguridad aérea. Pegaso nació en España en 2016 y empezó su despliegue en 2020. La unidad provincial lleva cinco años operando desde el Aeropuerto de Reus.

Jordi Cabré
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La oficina Pegaso de la Guardia Civil se encuentra en la primera planta del Aeropuerto de Reus. Es un despacho pequeño en el que el cabo José Manuel Luque y cuatro guardias civiles —la unidad en la provincia de Tarragona— se mueven con soltura.

Sobresalen, en una de las paredes, dos drones colgados: uno del propio cabo Luque y el otro, confiscado a un particular en 2023 en una terraza de Reus tras un vuelo prohibido.

Pegaso —el caballo alado de la mitología griega— es el símbolo de esta unidad de la Benemérita, cuyas siglas significan: Policía Especialista en Gestión Aeronáutica y de Seguridad Operacional. Se fundó en España en 2016 y, poco después, en 2020, alcanzó la implantación de 54 equipos repartidos por todo el territorio nacional. Su objetivo principal es el control del espacio aéreo ligero y la supervisión de aeronaves pilotadas por control remoto (RPA o drones), así como la protección de infraestructuras críticas y la concienciación sobre la normativa aérea.

Las 'herramientas' de la unidad para vigilar el espacio aéreo de las zonas más sensibles que dependen de la Guardia Civil: aeropuerto, puerto y centrales nucleares.

Las 'herramientas' de la unidad para vigilar el espacio aéreo de las zonas más sensibles que dependen de la Guardia Civil: aeropuerto, puerto y centrales nucleares.Alfredo González

El equipo de Tarragona está en el Aeropuerto de Reus y es responsable de tres instalaciones clave: el propio aeropuerto, el puerto de Tarragona y las dos centrales nucleares. “Para el resto de infraestructuras o zonas con restricción de vuelo estamos coordinados con los Mossos y las policías locales con unidad de dron para potenciar la seguridad”, explica Luque, cabo con 25 años en el cuerpo y cuatro dirigiendo a Pegaso desde Reus.

Esta unidad especializada no solo controla el espacio aéreo de estas instalaciones. También realiza inspecciones de aeródromos, escuelas de vuelo, empresas de ocio y servicios profesionales aeronáuticos, imparte actividades de concienciación orientadas a usuarios de aeronaves ligeras y RPA, y apoya investigaciones de hechos delictivos en estos ámbitos. 

Una página web permite explicar a los usuarios particulares y empresas si se puede volar con dron y qué requisitos se necesitan para ello.

Una página web permite explicar a los usuarios particulares y empresas si se puede volar con dron y qué requisitos se necesitan para ello.Alfredo González

Además, su personal se forma junto a la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), ENAIRE y la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC).

También realiza inspecciones de aeródromos, escuelas de vuelo, empresas de ocio... y apoya investigaciones de hechos delictivos

“En estos cuatro años, por suerte, no hemos tenido injerencias graves. Básicamente los vuelos prohibidos que se detectan son más por desconocimiento de la norma del particular que por otros motivos”, afirma el jefe de la unidad.

En el despacho, sobre una mesa, destacan tres herramientas clave:

Una maleta detectora de drones, capaz de localizar el aparato y al piloto.

Otra maleta que guarda el dron de Pegaso, utilizado tanto para vigilancia del espacio aéreo como en operaciones de otras unidades de la Guardia Civil.

Una pistola inhibidora de frecuencias, que corta la comunicación entre piloto y dron sin derribar el aparato. “El dron no se derriba, solo se incomunica de su piloto”, remarca Luque.

Un agente con la pistola inhibidora para cortar la señal del dron.

Un agente con la pistola inhibidora para cortar la señal del dron.Guardia Civil

El uso de la pistola inhibidora requiere precaución, ya que puede afectar a otros dispositivos de geolocalización, como avionetas. 

La pistola 'corta' la señal al dron, pero no lo derriba. Solo impedimos que su propietario lo pueda pilotar

Su disparo debe hacerse asumiendo posibles riesgos colaterales. “El corte de la señal provoca que el dron no tenga control. Los más nuevos descienden lentamente y los más antiguos caerían al agotarse la batería”, explica el cabo.

La geografía de Tarragona complica el uso de drones. 

La normativa cambiada en 2024 permite vuelos hasta 60 metros de altura en ciertas zonas, pero el 90 % del espacio aéreo, sobre todo en la costa, está restringido. Los vuelos de parapente sobre playas, drones sobre eventos o imágenes de vuelos urbanos sin autorización son ilegales.

“En estos cuatro años, por suerte, no hemos tenido injerencias graves

Sin embargo, PEGASO prioriza la protección de zonas críticas antes que “cazar” drones. 

Solo cuando existe riesgo para personas se coordina la neutralización con otros cuerpos. 

Por ejemplo, un dron fue decomisado por la Guàrdia Urbana de Tarragona tras volar sobre un concierto sin autorización.

“Un dron no es una mala compra; lo importante es ser responsable y cumplir la norma”, subraya Luque. Las restricciones no solo incluyen la normativa de AESA, sino también leyes de protección de datos que limitan su uso comercial. “Un dron solo se considera juguete si pesa menos de 249 gramos y no tiene cámara incorporada”, aclara.

El cabo Luque comprobando el dron antes de un ejercicio.

El cabo Luque comprobando el dron antes de un ejercicio.Guardia Civil

Para usar un dron de manera segura, Luque recomienda consultar la web oficial de ENAIRE, donde se detallan zonas prohibidas y aptas, requisitos de uso y permisos necesarios. 

El objetivo final de Pegaso es garantizar la seguridad aérea, proteger infraestructuras críticas y concienciar a la ciudadanía sobre el uso responsable de drones.

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