627 multas en un año en Reus por circular con el patinete por la acera

Tras un año de la entrada en vigor de las modificaciones de la Ordenanza de Civismo, grupos de usuarios de este tipo de vehículos y vecinos coinciden en que falta más «mano dura»

31 julio 2021 17:57 | Actualizado a 01 agosto 2021 06:26
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La lucha contra el incivismo es una de las prioridades del Ayuntamiento de Reus. En los últimos años se han llevado a cabo varias campañas como la de ‘A Reus sempre toca’, en 2019, en la que se recordaba, a través de carteles informativos, la sanción que suponían varias acciones incívicas. A todo ello, se suman las modificaciones de la Ordenanza de Civismo de Reus que entraron en vigor a finales de julio del año pasado. Unos cambios que han permitido actualizar el texto y adecuarlo a las nuevas necesidades. Concretamente, se establecía la obligatoriedad de limpiar los orines de los perros en la vía pública; se prohibía ir desnudo o con el torso totalmente descubierto por la calle; la mendicidad de forma agresiva, insistente e intrusiva; y circular con vehículos de movilidad personal (VMP) por aceras o plazas. 

Pasado ya un año, estos cuatro aspectos que pasaban a estar regulados por la Ordenanza de Civismo ya suman 651 multas entre 2020 y lo que llevamos de 2021, 627 de las cuales corresponden a la circulación de VMP (como patinetes o bicis) por aceras o plazas. Las multas restantes corresponden a la no limpieza de orines de perros en la vía pública (17 sanciones en 2021); ir desnudo o con el torso totalmente descubierto (cuatro en 2020 y dos este año); y por ejercer la mendicidad de forma agresiva, insistente e intrusiva (una acta levantada en 2020).

«El incremento de usuarios de vehículos de movilidad personal, sobretodo de patinetes eléctricos, se ha traducido en un aumento de conductas incívicas», detalla la concejala de Seguretat, Convivència i Civisme del Ayuntamiento de Reus, Dolors Vázquez. Es por ello que señala que era «muy necesario» introducir dicha prohibición en la ordenanza municipal «mientras se regula definitivamente con la Ordenanza de Movilidad». Así mismo, y como recuerda Vázquez, el pasado mes de enero entraba en vigor la regulación de la Dirección General de Tráfico (DGT) en la que también se prohíbe la circulación de patinetes por aceras dado que «son definidos y considerados vehículos a todos los efectos, por lo que estarán obligados a cumplir las normas de circulación». Además, la DGT fija en 25 Km/h la velocidad máxima y prohíbe su circulación en vías interurbanas, travesías, túneles urbanos, autovías y autopistas.

«Es triste, pero sin multas la gente no aprende», lamenta Josep Maria Alcover, de Reus Patina. Valora muy positivamente la regulación que se hizo el año pasado. A pesar de todo, cree que el incivismo de usuarios de patinetes eléctricos sigue presente. «No he visto un cambio sustancial este último año. Creo que se tendría que hacer más difusión de lo que dice la ordenanza, a ver si así la gente se comporta», exclama Alcover, quien cree que también en las escuelas se tendría que incidir más en la educación viaria». En este punto, cabe recordar que Guàrdia Urbana ha realizado campañas en los institutos, tanto en formato charla como también prácticos con patinetes eléctricos.

Abel Fernández, usuario de patinete eléctrico, también ve correcto que se haya regularizado el uso del patinete, «pero también veo necesario habilitar más carriles bici, reacondicionar los existentes y más indicaciones de vías por dónde se puede circular». Una reclamación que tanto usuarios como asociaciones hace tiempo que están realizando. En este sentido, cabe recordar que Reus tiene previsto construir unos 30 kilómetros de carriles bici en los próximos tres años y que actualmente en todo el centro la velocidad está limitada a 30 km/h, «pero esto no es Holanda y falta concienciación por parte de coches y también usuarios», comenta Alcover. En este sentido, Fernández señala que «muchas veces te sientes inseguro al ir por la calzada ya que muchos vehículos no respetan el límite».

Desde la Federació d’Associacions de Veïns de Reus (FAVR), su presidente, Marcos Massó, coincide con Alcover en que «no hay demasiada diferencia respecto hace un año». Aun así, Massó destaca también la necesidad de haber hecho un primer paso pero, como Alcover, Massó opina que se tiene que acotar más la regulación «porque cada vez más gente será usuaria», aunque es consciente que es una cuestión que sobrepasa el municipalismo.

Marcos Massó valora igualmente positivas el resto de nuevos artículos, especialmente el referente a la obligatoriedad de limpiar las micciones de los perros en la vía pública. «En este caso sí que he visto un cambio sustancial en los últimos meses. La gente va con la botella de agua a pasear el perro para remojar los orines», añade. Cabe recordar que antes de empezar a sancionar, en 2019 se puso en marcha la campaña ‘Jo mullo, tu remulles’, contra las micciones de los perros en la vía pública. Una campaña en la que se incidía en la necesidad de limpiar los orines para evitar degradar el mobiliario urbano.

«El incivismo es un problema de educación que nos genera un gasto innecesario del todo inadmisible en la ciudad», recuerda contundente el alcalde de Reus, Carles Pellicer. Recuerda que la lucha contra las actitudes incívicas es una de las prioridades del gobierno, por lo que «la Guàrdia Urbana está trabajando desde la prevención, pero también desde la sanción ante aquellas actitudes que perturban la convivencia y generan una mala imagen de la ciudad».

En cuanto a la prohibición de mendigar de forma agresiva e ir desnudo o con el torso totalmente descubierto, en ambos casos, «las multas levantadas son inexistentes o prácticamente anecdóticas», subraya la concejala de Seguretat, Convivència i Civisme, Dolors Vázquez. De mendicidad, por ejemplo, sólo se ha sancionado en una ocasión.

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