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La empresa que gestiona los aparcamientos públicos de la ciudad, AMERSAM, aprobó ayer la construcción de una nueva área de estacionamiento de vehículos en la zona del Hospital Sant Joan.
Además, la empresa pública ha llegado a un acuerdo con la compañía concesionaria de los aparcamientos soterrados que existen bajo el Sant Joan y el edificio del Tecnoparc, para gestionar dichos espacios.
La voluntad del gobierno, según el alcalde Carles Pellicer, es desatascar «una necesidad social» que existía en la zona. Los consejos de administración de Reus Serveis Municipals y de Reus Mobilitat aprobaron las dos medidas gracias al apoyo de los grupos municipales del PSC y de Ciudadanos. La CUP y el PP se abstuvieron.
El nueva aparcamiento de superficie del hospital se construirá en los terrenos que actualmente, de forma caótica y anárquica, sirven de estacionamiento para los usuarios del equipamiento. En concreto, se asfaltará la zona y se dibujaran 297 plazas de aparcamiento de zona azul. El coste diario del servicio será de 2 euros. La zona se acondicionará por completo, se colocarán los parquímetros y se iluminará debidamente.
Este es un anuncio que ya hizo el alcalde hace más de un año, pero que ha quedado en suspenso debido al contrato de concesión del aparcamiento soterrado que hay debajo del hospital. De hecho, el acuerdo con la compañía concesionaria ha sido clave para desatascar la construcción de la nueva zona azul de aparcamiento.
Y es que actualmente, el párking soterrado, con 650 plazas, tiene un coste de 8 euros al día. Una cifra completamente desproporcionada atendiendo a la oferta con la que contará el de superficie. Así pues, el acuerdo permite reducir el coste del aparcamiento soterrado a los 4 euros diarios. La gestión pasará a manos de AMERSAM y los beneficios y los gastos se repartirán debidamente entre la empresa concesionaria y la pública reusense.
El acuerdo afecta también al aparcamiento del edificio del Tecnoparc. Una zona con 580 plazas que actualmente tiene un precio de 9,20 euros, y que gestiona la misma empresa. El acuerdo permite reducir el coste a un euro diario, con la posibilidad de facilitar abonos a los trabajadores de la zona y a los expositores que vengan a trabajar en el palacio ferial.
Más de 800.000 euros
La adecuación de la zona de superficie junto al Hospital tendrá un coste de 450.000 euros. Una inversión que asumirá AMERSAM en su totalidad. El nuevo párking se espera que esté listo en seis meses.
Por contra, la empresa concesionaria de los dos parkings subterráneos se hará cargo del repintado de las zonas y de la instalación de un nuevo y mejorado sistema de iluminación. El coste, que contempla también un nuevo acceso al párking del Hospital a través de la carretera de Bellissens, tendrá un coste de 376.000 euros. Una inversión que asumirá la empresa concesionaria por el momento y que irá recuperando, a lo largo de 10 años, a través de los acuerdos de explotación firmados con AMERSAM.
La propuesta permitiría dar solución a la necesidad de aparcamiento en la zona del Hospital. Se habilitarían un total de 1.400 plazas a precios económicos. Además, los dos parkings soterrados pasarían a formar parte de la red de aparcamientos públicos de la ciudad, con precios competitivos. El único problema es que se elimina la posibilidad de ir al Hospital Sant Joan de forma gratuita. O se usan los aparcamientos, a 1, 2 y 4 euros diarios respectivamente; o se viaja en autobús.
Tanto Ciudadanos como el PSC paralizaron cualquier acuerdo en los consejos de administración de las empreses públicas hace cerca de un año. Entonces, se alertó de que sin un acuerdo con la empresa concesionaria del aparcamiento soterrado del Hospital Sant Joan, no podía construirse ninguna zona azul a precio más competitivo en el exterior.
Una situación que ha cambiado gracias al acuerdo entre la empresa y el Ayuntamiento. Tras arduas e intensas negociaciones, ambas partes han acordado el traspaso de la gestión sin que esto tenga ninguna repercusión en el contrato inicial. Ni en el precio del canon ni en el tiempo que durará la concesión ha habido ninguna alteración. «Esto supondría vulnerar la ley», explicaba ayer el alcalde Carles Pellicer.
