Aeroclub de Reus, a la vanguardia en pilotaje de drones

Oscar Villar. Amante de la aeronáutica desde pequeño, es uno de los primeros instructores de drones en obtener la nueva licencia de AESA

24 febrero 2019 10:18 | Actualizado a 26 febrero 2019 16:55
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El Aeroclub de Reus siempre ha estado a la vanguardia en materia de drones. En 2014 puso en marcha una de las primeras escuelas de pilotos. Pasados tres años, ya ofrecía la posibilidad de cursar la formación teórica online y la práctica de forma presencial. Después vino la creación de una empresa dedicada a la fabricación de RPAs (Remotely Piloted Aircraft Systems).

Y ahora, continúa con la obtención de la nueva licencia decretada por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA). Una documentación necesaria para cualquier escuela e instructor de vuelo (Fly Instructor) que quiera abarcar todas las modalidades de pilotaje de drones. 

En el caso del Aeroclub de Reus el instructor que lo ha logrado es Oscar Villar, uno de los primeros pilotos en todo el Estado que dispone de la nueva licencia. De hecho, la obtuvo el pasado mes de enero y tras acumular más de 1.000 horas de vuelo al mando de aeronaves no tripuladas. «Siempre intentamos ir un paso por delante de los demás, aunque muchas veces es complicado porque el sector aeronáutico es muy competitivo y está en constante evolución tecnológica», explica Oscar Villar, principal instructor de la escuela vinculada al Aeroclub de Reus.

En estos momentos, el curso de piloto de drones goza de una gran aceptación. No es ningún secreto que se trata de un sector emergente y abierto a casi todos los públicos por la variedad de precios y modelos que existen. Y no sólo como hobby, sino sobre todo, como profesión de futuro. «La mayoría de alumnos buscan obtener una salida laboral», manifiesta Villar, quien apunta que, en la actualidad, se usan los drones para fines audiovisuales pero también en fotogrametría, es decir, para ver y medir las elevaciones de terreno. 

«La mayoría de los alumnos buscan obtener una salida laboral»

En el caso de las personas que realizan el curso como entretenimiento, el instructor les recomienda sumar muchas horas de vuelo en un campos de aeromodelismo y ser muy conscientes de no infringir ninguna de las normas relacionadas con la seguridad. Según apunta, las multas que puede llegar a imponer AESA alcanzan los miles de euros.

La era del dron

La buena salud que atraviesa la Mediterranean Fly School, una de las secciones que tiene el Aeroclub, es en gran medida responsabilidad de Oscar Villar. De hecho, su padre fue quien le inculcó la pasión por la aeronáutica como gran amante del aeromodelismo. Aun así, sus preferencias siempre pasaron por los helicópteros. 

Quizás por este motivo, Villar vio desde el primer momento que la aparición de los drones 11 años atrás marcarían una nueva era. Fue entonces cuando empezó a montar sus primeras unidades de fibra de carbono que sacaba a volar todos los fines de semana. Y de allí pasó a ingresar en la segunda promoción del curso que organizaba el Aeroclub  de Reus y que, un par de años después, pasaría a instruir él mismo hasta la actualidad. «Mi hobby se ha convertido en mi segunda profesión, ya que me permite compaginar las clases con la empresa familiar del mundo de las telecomunicaciones», añade. 

Pero si bien los inicios en el mundo aeronáutico se los debe a su padre, su destreza con los drones la ha obtenido gracias a uno de sus hijos. Y es que muchas de las maquetas las construyó para tenerlo entretenido en casa durante un tiempo en el que casi no podía salir a la calle.

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