Agustina Sirgo: «En psicooncología el paciente y su familia son un universo»

Coordina la Unidad de Psicooncología en el Hospital Universitari Sant Joan de Reus. La ciudad será la ‘sede virtual’ del 9º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Psicología Oncológica

07 febrero 2021 07:10 | Actualizado a 09 febrero 2021 08:41
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Agustina Sirgo Rodríguez (Luanco, Asturias) es doctora en Psicología y facultativa especialista en Psicología Clínica. Coordina la Unidad de Psicooncología del Institut d’Oncologia de la Catalunya Sud en el Hospital Universitari Sant Joan de Reus. Actualmente, también preside la Sociedad Española de Psicología Oncológica (SEPO), institución que el próximo mes de abril celebrará –en formato virtual– el noveno Congreso Nacional que tendrá como sede la capital del Baix Camp.

¿Por qué se impulsó hace veinte años la Unidad de Psicooncología?

En el año 2000, el Servicio de Oncología del Hospital Universitari Sant Joan de Reus no tenía este recurso asistencial. Entonces, vinculado al Plan Oncológico de Catalunya 2000-2004, desde el hospital se decidió establecer la unidad. Así, me incorporé yo como profesional especializada en esta materia y empecé a trabajar con los compañeros del Servicio de Oncología.

Fue una de las acciones de la estrategia contra el cáncer.

Sí. En toda Catalunya, en aquella época empezaron a aparecer Unidades Específicas de Psicooncología dentro de los centros de referencia de atención oncológica. Reus fue la segunda unidad que se creó en aquel momento, vinculada a un centro de atención integral oncológico conformado por un equipo multidisciplinar.

En aquella época, ¿qué profesionales entraron a formar parte de la unidad?

Entonces, yo sola. Y en 2005 se incorporó Beatriz Rubio. Hoy en día, la Unidad de Psicooncología está formada por dos facultativos especialistas en psicología clínica complementada con un itinerario de formación en psicooncología.

¿Qué impacto tiene en el paciente y su familia la valoración, el diagnóstico, el tratamiento y la intervención?

La incidencia que tiene el especialista en psicología clínica que abarca la problemática oncológica es de carácter técnico. Evaluamos basándonos en unos procedimientos basados en la entrevista clínica; y establecemos diagnósticos que permiten marcar los objetivos que se perseguirán con esa propuesta de intervención, que permite conseguir esa mejoría de sintomatología que se ha detectado.

El objetivo último de la psicooncología es alcanzar el bienestar psicológico, afectivo, emocional, familiar y relacional de las personas a las que atendemos, y que a su vez esto sirva de apoyo a ese compromiso con los tratamientos y a la relación con los profesionales sanitarios.

¿Todos los pacientes oncológicos son tratados en la unidad?

No. Tampoco sería necesario. Hay datos muy recientes que indican que alrededor de un 37% de pacientes serán tributarios de tener un diagnóstico psicopatológico. Por ello, la noticia positiva es que más de un 60% tiene recursos propios para poder transitar por todo el proceso de tratamientos con salud y con buena adaptación. La capacidad de resiliencia y de adaptación del ser humano a los eventos traumáticos es muy alta. La unidad está para detectar los casos que sí que necesitarán un tipo de intervención y valoración profesional, porque sus estrategias de afrontamiento personales y la red de apoyo familiar son frágiles.

¿Cuál es el perfil del 37% de pacientes?

Se les detecta sintomatología suficientemente intensa y duradera en cuanto a la esfera emocional, cognitiva y fisiológica. Nos encontramos con ansiedad elevada, ánimo depresivo, preocupaciones a nivel cognitivo,… También hay un grupo de personas que tienen una historia de vulnerabilidad en la esfera psicológica, ya sea por traumas pasados no resueltos, traumas recientes que coinciden con el diagnóstico de cáncer, duelos sin resolver, etc.

¿Qué son las defensas psicológicas?

Son las que nos permiten resistir, subsistir, aprender y adaptarnos, y seguir avanzando y construyendo.

¿Cuándo reciben el alta los pacientes de la unidad?

Cuando vemos que la intensidad de los síntomas disminuye, aunque siempre dejamos la puerta abierta a seguimientos más espaciados.

Para garantizar el éxito del tratamiento y la consecución de los objetivos, ¿cómo de importante es que el paciente tenga una predisposición positiva?

Es muy importante. Quien acude a la Unidad de Psicooncología debe venir reflexivo y crítico con su momento vital, porque es desde ahí donde podremos trabajar. Enseguida detectamos a quienes vienen forzados porque lo primero que te dicen es que no creen en los psicólogos. También hay personas que se beneficiarían de la unidad, pero no acuden nunca, o bien porque nadie les indica o porque dejan pasar la oportunidad.

¿Quiénes acuden es porque sienten que con la enfermedad han perdido el control de sus vidas?

Es un motivo, pero no el único. Esta razón afecta principalmente a las personas controladoras.

Cuando la reticencia es por parte de los familiares, ¿cómo le puede a afectar al paciente?

A veces vemos al paciente solo, a veces al familiar solo y a veces a los dos juntos. Nos encontramos con todo tipo de situaciones, lo que demuestra que existe flexibilidad en que cada miembro de la familia elija qué recurso quiere aprovechar para facilitarse el transitar por este proceso.

Atienden a los pacientes oncológicos en todas las fases de la enfermedad.

Sí, desde diagnósticos iniciales hasta situaciones de enfermedad paliativa que requieren de otro tipo de abordajes. Esto significa que estamos en consultas externas, en planta y en hospitalización.

De todas las fases de la enfermedad, ¿cuál diría que es la más delicada?

Cada una tiene lo suyo y debe ser contenida en sí misma. No se puede comparar el impacto que sufre una persona a los 42 años y con hijos pequeños cuando se le diagnostica la enfermedad, o la situación de alguien a quien se le ha informado de un mal pronóstico, y qué decir de los pacientes con cáncer terminal. No podría comparar los momentos, sino que recojo la importancia de todos porque ocurren en un momento muy específico del desarrollo vital de esa persona. Por ello, es más importante recoger la impronta traumática que deja cada uno de los momentos en cada uno de los individuos.

El momento de la recaída es delicado.

Sí. El paciente y la familia vienen de una historia de haber trabajado mucho y haberse comprometido intensamente con la salud, y de haber establecido lazos y colaboración con todos los sanitarios. Está en una meseta de recuperación y construyendo y afianzando la esperanza de mantener esa salud, con el efecto de espada de Damocles. Que se confirme que todo el esfuerzo ha servido para mucho, pero no para todo, porque vuelve a aparecer la enfermedad y tengamos que volver a empezar tratamientos, supone un momento de desazón importante. Hay personas que sienten una sensación de fracaso y otras que se sobreponen porque ya se basan en la confianza establecida con los sanitarios. Por ello, debemos abarcar cada paciente y cada sistema familiar como un universo con características propias, y es ahí donde tenemos que entrar para podernos acercar a su problemática.

¿Cómo despliegan y hacen llegar los recursos de la unidad a todo el territorio?

Además del Hospital Universitari Sant Joan de Reus, como centro de referencia de oncología en la demarcación de Tarragona, desde hace 16 años estamos haciendo atención psicooncológica un día a la semana en el Hospital de Tortosa Verge de la Cinta y en el Hospital de la Santa Creu de Jesús en Tortosa, y también los lunes hacemos consultas externas y hospitalización en el Hospital Joan XXIII de Tarragona, desde hace 11 años.

¿Cómo les ha afectado la pandemia a nivel organizativo?

Los primeros meses del estado de alarma transformamos la intervención en telefónica, con bastante mejor resultado del que esperábamos. Mientras, el trabajo en planta se mantuvo con las limitaciones pertinentes, aunque las primeras visitas urgentes eran presenciales. Después, ya volvimos a la regularidad y así seguimos.

Es la presidenta de la Sociedad Española de Psicología Oncológica (SEPO) y este año Reus será la sede virtual del Congreso Nacional.

Es un gozo personal traer el congreso a Reus que será online del 12 al 16 de abril. Esperamos que sea un éxito, ya que la opción virtual permitirá a más profesionales y también a colegas latinoamericanos acceder al programa.

¿Cuál es el mensaje que transmitirán en el congreso?

El título del congreso es Lógicas de inserción y dinámicas institucionales de la psicooncología clínica. Hablaremos de lo importante que es para nosotros gestionar la actividad en psicooncología clínica, es decir, el papel y el lugar que los profesionales ocupan en las instituciones en las que desempeñan su trabajo. Según la visión que tengan de su rol profesional, así se integrarán en las instituciones y eso será lo que recibirá el ciudadano.

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