Aumentan las donaciones de alimentos para el comedor social de Reus

Dos cocineros voluntarios se han sumado al equipo habitual de un servicio que ha aumentado hasta los 200 usuarios

06 abril 2020 09:59 | Actualizado a 08 abril 2020 07:57
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La crisis sanitaria y económica del coronavirus cada día tiene más muestras de solidaridad. La última está vinculada con comedor social de Reus, dónde más de una decena de empresas y organizaciones se han sumado a las donaciones habituales de alimentos que recibe este servicio. Así lo ha rebelado el Ayuntamiento de Reus, que a pesar de no concretar el nombre de los donantes ha indicado que se trata de  cuatro restaurantes, un hotel, una empresa de catering, dos centros educativos, una empresa agrícola y dos empresas del sector alimentario muy conocidas en la ciudad, entre otras.

Desde el consistorio explican que, en muchos casos, se trata de empresas que han tenido que cerrar y para evitar el derroche alimentario, han decidido dar al comedor social alimentos en perfecto estado que ahora ya no pueden utilizar

Tres nuevos cocineros

El comedor social de Reus ha reorganizado y ampliado el servicio desde el pasado 16 de marzo, para adaptarse a la emergencia sanitaria y a la orden de confinamiento. El Ayuntamiento se hace cargo del coste económico que supone esta adaptación a la nueva situación y hacer frente a las nuevas necesidades que puedan surgir en el futuro.

En este aspecto, desde la concejalía de Bienestar se ha contratado a una cocinera de apoyo al cocinero habitual del comedor social, gestionado por Cáritas Interparroquial. Se trata de una trabajadora de la empresa de catering para colectividades CuinaGestió que empezó a trabajar el 23 de marzo. Además, el comedor social también cuenta con dos cocineros que se han ofrecido voluntarios y que se incorporan este lunes 6 de abril. Se trata de los cocineros del restaurante del Centre de Lectura y del Col·legi Pare Manyanet, que ahora están cerrados.

El Ayuntamiento da apoyo a la ampliación del servicio con el objetivo de facilitar que el comedor social pueda repartir unas 200 fiambreras diarias, ya sea a su local situado a los bajos de la calle de Francesc Bartrina o a los domicilios de personas con dificultades de movilidad por causas personales o impuestas por la situación de confinamiento.

La regidora de Bienestar Social, Montserrat Vilella, agradece la disponibilidad extraordinaria de todo el mundo: "Cáritas está haciendo un esfuerzo enorme para que el comedor social continúe funcionando, con la Rosa, ahora al frente de un equipo excelente, Rafael y el resto de cocineros, las personas voluntarias que reparten la comida... Además, cuentan con el apoyo del Taller Baix Camp, las empresas y organizaciones que dan de comer... A escala de ciudad, a la tarea que está haciendo el comedor social, hay que añadir la que también está haciendo el programa de gestión alimentaria, que continúa activo gracias a las entidades sociales y a todo el mundo que  forma parte. Así es cómo entre todos basura posible que en Reus todo el mundo tenga un plato a mesa, saludable y con todas las garantías de seguridad alimentaria, todo y la difícil situación actual”.

Reorganización del servicio

El comedor social tiene cerrado el servicio presencial que ofrecía de lunes a viernes. Ahora, reparte fiambreras con comer cocinado por todo un día a las personas que Servicios Sociales del Ayuntamiento certifica que necesitan hacer uso de este servicio, que se ha ampliado e incluye sábados y domingos. Además, Protección Civil trabaja para evitar aglomeraciones en el centro durante el reparto y para que se cumplan las medidas higiénicas de protección para evitar contagio.

También, de acuerdo con la situación actual de riesgo para las personas más vulnerables, las personas voluntarias de más de 65 años o con dolencias que se pueden agravar con el virus se tienen que quedar en casa. Una medida que ha tenido bastante incidencia en la organización de este servicio que cuenta con muchas personas jubiladas como voluntarias.


Con motivo del confinamiento, el comedor social ha doblado el número de comidas a domicilio que antes solo recibían las personas en situación de vulnerabilidad que no se podían desplazar a su local. Ahora, está repartiendo puerta a puerta unas cincuenta fiambreras diarias para evitar que gente mayor o de riesgo se exponga al peligro de tener que salir a la calle. Para realizar este servicio, el comedor social cuenta con el apoyo del Taller Baix Camp que también distribuye las fiambreras a los domicilios.

 

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