Cardiología del Hospital de Reus: Los vigilantes de nuestros corazones

La sección de Cardiología del Hospital Sant Joan cuenta con ocho especialistas, seis en el propio centro y dos más en la Unidad de Hemodinámica del Hospital Joan XXIII

17 septiembre 2017 18:56 | Actualizado a 07 noviembre 2017 13:46
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La sección de Cardiología del Hospital Sant Joan de Reus fue creada en el año 1998, como parte del servicio de Medicina Interna. Desde hace un tiempo, en cambio, ha pasado a ser una unidad funcional independiente que trabaja en paralelo con Medicina Interna.
Coordinada por Óscar Palazón, cuenta con ocho cardiólogos en plantilla: seis en el propio Hospital Sant Joan de Reus y dos más que trabajan en la unidad mixta de Hemodinámica del Hospital Joan XXIII de Tarragona.

Palazón explica que «aunque a menor escala, al tener menos población, ofrecemos el mismo servicio que otras unidades de cardiología de hospitales como Sant Pau o Bellvitge. Menos la cirugía cardíaca y los tratamientos de las arritmias, que los derivamos a Sant Pau, en Barcelona».

El hecho de ser una sección relativamente pequeña obliga a sus cardiólogos a «hacer un poco de todo. No tenemos subespecializaciones, sino que somos un equipo donde hacemos de todo», comenta Palazón. El trabajo de la sección de Cardiología se divide en diferentes espacios. Por un lado está la planta donde están ingresados los pacientes con problemas cardíacos, con una estancia mecia que rondaría los cuatro o cinco días.

Ofrece un servicio completo, excepto la cirugía cardíaca y el tratamiento de las arritmias

Después está el trabajo de exploración, a través de diferentes técnicas, como la ecocardiografía, las pruebas del esfuerzo o diversas técnicas de imagen como la cardioresonancia o el TAC cardíaco de las arterias coronarias. Respecto a estas pruebas, el coordinador de la sección explica que «la ecocardiografía es una prueba inócua y rápida, que nos facilita mucha información sobre pacientes con sospecha, por ejemplo, de válvulas cardíacas o de cardiopatía isqémica, insuficiencias cardíacas o arritmias».

Respecto a la prueba de esfuerzo, Palazón comenta que «la hacemos cuando creemos que puede haber una cardiopatía isquémica, porque nos ayuda a conformar lo que el cardiólogo sospecha. No obstante, creo que en los últimos tiempos se está abusando un poco de esta técnica por la necesidad de encontrar una respuesta o prevenir muchas muertes súbitas en deportistas. Y muchos piensan que la prueba del esfuerzo va a ser la solución cuando no es así».

Los cardiólogos del Sant Joan también tienen que dedicar un tiempo cada día a las consultas externas y también intentan pasarse por algunos centros de salud de la ciudad (y también el de Cambrils) para resolver dudas e intercambiar información con los médicos de familia.

Uno de sus cardiólogos investiga sobre la valvulopatía aórtica

Cada vez más jóvenes

El perfil tipo de los pacientes de esta sección es el de unhombre de unos 50 años, aunque «nos estamos encontrando cada vez más casos de gente más joven», asegura Palazón. A nivel docente, los cardiólogos del Sant Joan imparten clase a alumnos de la Facultat de Medicina y en investigación, a través del cardiólogo Josep Maria Alegret, han desarrollado una línea importante sobre la valvulopatía aórtica. De hecho, Alegret expuso una ponencia, hace tres años, en el Congreso Europeo de Cardiología.

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