Carmina Poblet: «En medicina los valores del trabajo son intangibles»

Entrevista
La doctora destaca que el valor de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria es que «permite ver el contexto de la persona a la hora de entender su salud, enfermedad o sufrimiento»

19 diciembre 2020 16:56 | Actualizado a 19 diciembre 2020 16:58
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Carmina Poblet Calaf (Reus, 1977) es médica de Familia y Comunitaria en el CAP Horts de Miró. Estudió en el Col·legi Sant Josep y fue en segundo de Bachillerato cuando decidió que estudiaría Medicina, motivada por «el acompañamiento en la salud y en la enfermedad». Cursó los estudios en la Facultat de Medicina y Ciències de la Salut de la URV en la capital del Baix Camp y se especializó en Medicina Familiar y Comunitaria. Dice que el valor de esta especialidad es que «te permite ver el contexto de la persona a la hora de entender su salud, su enfermedad o su sufrimiento, es decir, puedes ver todo aquello que le puede ayudar o que puede ser un obstáculo para recuperar el bienestar y desarrollar su proyecto de vida».

¿Qué le motivó a ser médica?

Cuando estaba estudiando segundo de Bachillerato conocí el PADES, que es el Equip de Suport Domiciliari de Reus que, en los domicilios, ofrecía apoyo a pacientes que estaban en situación de enfermedad oncológica avanzada. Mi abuela enfermó de cáncer y periódicamente venía un equipo de profesionales. Ellos fueron el referente, ya que hasta entonces no me había planteado ser médica. Como hacían ellos, decidí que profesionalmente quería estar cerca de las personas, en el acompañamiento en la salud y en la enfermedad.

Hubiese podido ocurrir todo lo contrario.

Sí, podía haber pasado.

Se especializó en Medicina Familiar y Comunitaria.

Desde el primer momento tuve claro que quería especializarme en Medicina Familiar y Comunitaria. En mi decisión también influyeron referentes, durante mi época de estudiante, como el doctor Joaquin Maria Garcia Roselló. Soy tastaolletes, es decir, me gusta tener una visión de conjunto, por ello pensé que la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria era la mejor especialidad que podía ofrecerme todo lo que necesitaba.

¿Por qué es importante en medicina tener referentes?

Los referentes son las personas que te transmiten unos valores para la práctica de la medicina. Las personas pueden hablar mucho y los discursos se pueden estructurar o ser artificiales, pero en medicina los valores del trabajo son intangibles.

Su primer centro de trabajo fue como MIR en el CAP Sant Pere junto a su tutor el Dr. Àngel Donado. Después, al finalizar la especialidad en el CAP Llibertat le ofrecieron la posibilidad de trabajar en el consultorio médico del barrio Sant Josep Obrer.

Sí. La idea de trabajar por las tardes en el consultorio médico del barrio Sant Josep Obrer me entusiasmó, porque es un barrio donde hay un gran sentimiento de pertenencia y la orientación comunitaria es una de las facetas que dan sentido a mi profesión, y que podía desarrollar en el barrio.

¿Cuál es el valor de la Medicina Familiar y Comunitaria?

El valor es que te permite ver el contexto de la persona a la hora de entender y atender su salud, su enfermedad o su sufrimiento, es decir, puedes ver todo aquello que le puede ayudar o que puede ser un obstáculo para recuperar el bienestar y desarrollar su proyecto de vida. El entorno familiar y el contexto social condicionan nuestra salud. De manera científica se han descrito que existen factores de riesgo en el contexto, así como factores protectores.

Todos estos factores van más allá de la prescripción médica.

Sí. La prescripción es la parte más visible de los médicos, pero solo es una parte de nuestra profesión. No debe ser ni mucho menos la fundamental, ya que los médicos podemos hacer mucho más que prescribir.

¿Qué más pueden hacer?

Podemos escuchar en la medida que las condiciones nos lo permiten. Debemos discriminar el tiempo que cada persona necesita para poder expresar lo que necesita y que la podamos ayudar. Escuchamos haciendo de espejo para qué la persona que tenemos enfrente pueda ver que parte de la solución está en ella y en su entorno. La medicina de familia es longitudinal, es decir, hasta los últimos días de la vida.

¿Cómo establece esta relación de confianza y de familiaridad en la situación actual?

La entrevista presencial tiene unos valores que la entrevista telefónica no tiene. Ahora seleccionamos mucho las visitas presenciales para que nos permitan captar todo aquello que la virtual no permite, pero sin poner en riesgo la salud de la persona que tenemos delante. Quienes hace tiempo que tenemos el mismo contingente de pacientes lo tenemos más sencillo, porque hay una parte previa que ya conocemos y una relación de confianza establecida. La dificultad la tienen los compañeros que hace poco que se han incorporado o que tienen contratos que no les permiten tener esta continuidad con el contingente.

¿Qué situaciones son más complicadas?

Todas tienen su complejidad, dependerá de cuantas puertas quieras abrir. Cuando se trata de acompañar procesos de enfermedad en contextos difíciles, algo que es muy frecuente, es importante tener a tu alrededor una buena red de profesionales y de recursos para poder dar respuesta a cada una de las necesidades. Las pastillas pueden ayudar a controlar el dolor o una enfermedad crónica, pero no son la única respuesta ni el único recurso que las personas tienen para cuidar su salud.

¿La atención a las personas debe ser transversal?

En la medicina en general, y en todas las profesiones que requieren de un trato y una atención a las personas, debes tener tiempo para hacer una valoración integral a la hora de tomar decisiones.

¿Todo ello se enseña en la facultad?

En la Facultat de Medicina de la URV recuerdo como fundamentales las asignaturas Escucha Activa y Práctica Clínica y Patología General, que me dieron esta orientación integral y esta necesidad de escuchar para poder tener una relación de ayuda con el paciente. Desde el principio de los estudios nos lo remarcaron mucho. La ventaja de la facultad que hay en Reus es que es más pequeña respecto a otras de Catalunya, lo que nos permitía un acompañamiento mucho más familiar en las clases y las prácticas.

¿Qué perspectivas tiene la Medicina Comunitaria y Familiar?

Las potencialidades son muchas. La Medicina Familiar y Comunitaria tiene unos valores que debemos preservar. También es importante dotar a los Equipos de Atención Primaria de los profesionales necesarios. Mi profesión tiene sentido en la medida que yo formo parte de un equipo multidisciplinar e interdisciplinar, es decir, los CAP también deberían poder dotarse de profesionales como los fisioterapeutas o los dietistas-nutricionistas, para poder dar respuesta, y que no tratemos excesivamente con fármacos cualquier dolencia.

¿La profesión de médico permite desconectar?

A lo largo de nuestra profesión vemos y acompañamos muchas vidas, y muchas veces este trabajo no deja de ser un cuestionamiento de tu propia vida y de tus propios procesos vitales. En estos casos es difícil desconectar. Debes tener muy claro que tu relación de ayuda pueda darse si tú estás bien a nivel personal. En este sentido, uno de los referentes que he tenido ha sido la enfermera Rosa Tort, quien me decía que es muy importante tener aficiones y poder disfrutar de las personas que quieres para poder estar presente, es decir, desconectar de la profesión para poder conectarte con el ahora. Es un ejercicio que se aprende con los años. Es muy necesario para que a nivel mental y físico los médicos podamos estar bien, acompañar al paciente como se merece y hacer nuestro trabajo adecuadamente.

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