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Christian Ruiz Gómez ha sufrido en sus propias carnes agresiones homófobas por su condición de homosexual. Empezaron, de manera verbal, en el colegio cuando era niño. Hoy en día, este reusense de 40 años admite que muchas veces no se siente seguro por la calle.
¿Recuerda la primera vez que fue agredido por ser homosexual?
La primera, primera no. Pero en el colegio en el que estudié, el General Prim de Reus, yo era el maricón de la clase. Y siempre había muchísimas burlas e insultos hacia mi, además de alguna agresión física. También recuerdo el acoso que sufría en el barrio.
¿Y alguna agresión que le marcase?
Pues recuerdo una vez que, debía tener 16 años, y volvía en autobús desde Tarragona a Reus. Durante el trayecto, un grupo de cuatro chicos se metió conmigo y me empezaron a insultar y a llamarme maricón. Al bajarme en Reus me siguieron y siguieron insultaron. Me tiraron al suelo y me pegaron un par de puñetazos.
¿Cree que estas agresiones las sufren más los jóvenes que los adultos?
Sí. Para empezar, los jóvenes agresores tienen menos filtros, prejuicios y miedos a repercusiones. Antes no existía la palabra bulling y en mi caso fui el centro de la diana de los insultos de mi colegio y del barrio.
¿Te marcaron mucho estas agresiones?
Muchísimo. Hasta los 14 años fui un niño aislado, sin amistades y, desconfiado.
¿Qué le aconsejarías a un chico o a una chica que esté pasando ahora por esto mismo?
Que lo denuncie desde el primer momento para que el problema no se extienda en el tiempo porque lo que empieza por un insulto acaba en violencia física. Bastante tenemos con la búsqueda de nuestra propia identidad, como para encima tener que aguantar estas humillaciones.
¿Cree que estamos en un momento delicado, en cuanto a la aparición de discursos de odio y de crispación en nuestra sociedad?
Sí. Las formas de ser y de pensar se están radicalizando. Hemos avanzado mucho, pero queda un largo camino por recorrer, sobre todo a la hora de educar a nuestros hijos.
