Cierra la oficina de Correos de plaza Llibertat de Reus por reformas y los servicios se reubican

A partir de hoy, la oficina central está clausurada hasta finales de año y los trámites se han trasladado a las dos sucursales. Los usuarios señalan que el edificio tiene humedades 

14 febrero 2020 09:58 | Actualizado a 26 marzo 2020 15:52
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La oficina central de Correos de Reus –ubicada en la plaza de la Llibertat– está fuera de servicio a partir de hoy mismo. El motivo es que las instalaciones serán sometidas a una remodelación que permitirá que se adecúen a un nuevo concepto de establecimiento: «Moderno, amable, cómodo y ágil, orientado al autoservicio y con algunos apartados, disponibles las 24 horas», describen fuentes consultadas de la Sociedad Estatal de Correos y Telégrafos. Las obras están presupuestadas con 1.125.952,89 euros y la previsión es que se alarguen hasta finales de año.

Durante este largo periodo, toda la actividad de la oficina central de Correos de Reus se traslada a las otras dos sedes que hay la ciudad. Según se detalla desde la sociedad, los domicilios situados en los códigos 43201, 43202 y 43203 tendrán que dirigirse, a partir de hoy, a la oficina del número uno de la plaza de la Estació. En cuanto a los códigos 43204 y 43206, las gestiones se hacen en la sucursal de la calle Bahia Blanca, 5-7. Las obras empezarán el lunes, pero hoy las instalaciones ya están cerradas para poder hacer el traslado de la actividad. Los trabajadores también serán reubicados temporalmente.

«Me acabo de enterar ahora mismo de que a partir de mañana (hoy para el lector) la oficina estará cerrada», reconocía ayer por la mañana Roxana, mientras leía uno de los carteles informativos. Roxana estaba esperando su tanda y, echando un vistazo a las instalaciones, aseguraba que la remodelación es necesaria. «Las paredes están llenas de humedad», añadía Roxana. Únicamente pedía una cosa: «Que se mantenga el actual encanto. Es un espacio con historia y muy bonito».

Así también opinaba Marta. Ella es una habitual de la oficina de Correos de la Llibertat. «Compro mucho por Internet, y para no estar pendiente de si estoy o no en casa, siempre pido que hagan la entrega en esta oficina», explica. Bajo su punto de vista, a la oficina le falta «un lavado de cara». No obstante, coincide con Roxana en la importancia de mantener la estética: «Me gusta mucho el aspecto que tiene».
El edificio tiene más de 70 años de historia, construido expresamente para ubicar la oficina central de Correos. Con el paso de los años, las carencias se han agravado. En paredes y columnas se evidencian importantes problemas de humedades, con la pintura levantada y distintas manchas. De hecho, en 2017, esta oficina sufrió una inundación a raíz de una intensa tormenta. Parece a ser que los desagües estaban embozados y no pudieron absorber la tromba. A consecuencia de las filtraciones, la sala principal quedó inundada.

Nuevo modelo 24 horas 7 días

Las obras  no únicamente servirán para solucionar los problemas que pueda tener el edificio, sino que permitirán transformar las instalaciones hacia un nuevo modelo que Correos está implantando en los últimos años y que se dirige hacia el autoservicio. «Evolucionará de ser una oficina postal tradicional a convertirse en una tienda comercial orientada a mejorar la experiencia de los usuarios», se detalla desde Correos. La principal novedad será la simplificación de procesos y eliminación de formularios impresos. En concreto, se pondrán a disposición de los usuarios tabletas para que puedan tramitar ellos mismos sus compras o preparar los envíos. Por su parte, los empleados facilitarán orientación y asesoramiento. Además, ciertos servicios estarán disponibles 24 horas al día, los siete días a la semana. Será a través de un vestíbulo que siempre estará abierto y que servirá para recoger correspondencia de apartados particulares.

El sector se reorienta: de las cartas a la paquetería

El uso de las cartas va a la baja, pero Correos aún goza de buena salud. De hecho, como comentaba la sociedad meses atrás al Diari, el sector se ha reorientado hacia la paquetería a raíz del boom de las compras online. No obstante, no se deja de lado el servicio tradicional. Aunque residual, aún existe el correo ordinario. Muestra de ello es que en Reus todavía hay 33 buzones repartidos por toda la ciudad. En los últimos 20 años, solo han desaparecido siete puntos. Algunos de ellos se han cambiado de ubicación, con el fin de situarse cerca de empresas o negocios que aún usan el correo ordinario para enviar algunas notificaciones. 

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