Colas kilométricas y lluvia en una bajada drástica de participación en Reus

El segundo avance indica que solo ha votado un 38,95% del censo electoral, 28,26 puntos menos que en 2017

14 febrero 2021 12:12 | Actualizado a 18 febrero 2021 08:43
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Despertaba nublado Reus en este día de elecciones para el parlamento de la Generalitat de Catalunya que puede volver a tildarse de histórico. Esta vez, sin embargo, el protagonismo se lo lleva la Covid-19 que ha obligado a habilitar nuevos centros para poder votar garantizando las medidas de seguridad y evitar, así, el contagio. Algo que, a su vez, ha provocado larguísimas colas de gente para poder votar. Ejemplo de ello era el Centre d’Art Cal Massó, en el número 7 de la calle Prósper de Bofarull, que acumulaba una hilera de personas que seguía hasta más allá de la Parroquia Sant Joan Baptista, en la avenida Prat de la Riba. “¿Todo esto tengo que hacer para votar?”, se sorprendía un hombre papeleta en mano, “pues me voy”.

En Reus se han constituido las 120 mesas electorales de los 15 espacios habilitados sin incidencias destacadas. En el caso de l’Institut Escola Pi del Burgar, se hizo con retraso, pasadas las 9:15 horas de la mañana dado que, uno de los responsables de la mesa electoral no se encontraba bien. La incidencia quedó en nada, ya que se tomó la temperatura a la persona y esta decidió continuar en su sitio. “Nos habían dicho que viniéramos, que era muy probable que nos tocara”, explica Aitor –nombre ficticio, como todos los siguientes– uno de los suplentes: “soy suplente de suplente, y ya me imaginaba pasar aquí todo el día”. “Me hicieron la PCR el jueves y esta mañana venía pensando que mucha gente no se presentaría”, explica María, otra suplente en este espacio electoral.

Los centros se prepararon con mesas distanciadas, gel hidroalcoholico, personal con mascarillas FP2 y pantallas individuales para quien lo deseara. Algo que, en una de las suplentes del punto de votación de la Palma denunció: “las condiciones de seguridad no se cumplen, no hay mamparas y a mi no me han hecho el test de antígenos”. Sin embargo, la mayoría de las personas en las mesas, aplaudían las medidas tomadas: “hay distancia, higiene y ventilación. Lo veo bien”, señalaba Anna, presidente de la mesa del colegio Pi del Burgar.

Además de las colas, la otra imagen del día eran las estufas de gas ubicadas al lado de cada mesa, donde se arrimaban las personas encargadas de las mesas siempre que tenían ocasión.

Participación y nuevos colegios

El segundo avance de participación a las elecciones para el Parlament de Catalunya indican que a las 18 horas en Reus ha votado el 38,95% del total del censo electoral. Esto es una bajada de 28,26 puntos respecto a los ultimos comicios autonomicos, dónde, a la misma hora, la participación llegaba al 67,21%.

El censo electoral en la ciudad es de 71.729 personas, 1.256 más que en las últimas elecciones al Parlament del 21 de diciembre de 2017. Por aquel entonces la participación fue del 80,73%, con 56.897 votos. Un récord que, se prevé, caerá este año. “Creo que al final solo irán a votar los fanáticos, ya sea de un lado o del otro”, opinaba Lídia, una suplente que ha aprovechado el momento para votar. “Seguramente no se resuelva nada hoy, hay mucha gente desencantada, sobre todo jóvenes y gente en ERTE que no entiende por qué le permiten votar pero no trabajar”, señala Hugo, un hombre que acompaña en la cola junto a su madre, en la franja reservada de 9 h– 12h para las personas de riesgo. “Los mayores nunca fallan, saben lo que es no vivir en democracia y ejercen su derecho”, opina Alicia, que acaba de llegar en el turno de las 12 y coincide con la cola de gente que todavía espera entrar.

El primer avance situaba la participación en Reus de un 17.49%, dicesisiete puntos menos que en 2017, cuando alcanzaba los 34,58%.

Unos 50.000 electores de la capital del Baix Camp cambiaban hoy de colegio electoral. Aún así no ha habido grandes problemas al respecto. “Solo alguna persona ha venido al punto de votación común, pero han sido casos aislados”, explica una apoderada que está en la Escola Pompeu Fabra. El Polilleuger Cèlia Artiga; la sala polivalente de La Palma; la escuela La Vitxeta; el Institut Escola Pi del Burgar; el Centre d’Art Cal Massí; el Polilleuger d’Alberich i Casas, la firaReus (Tecnoparc); la Biblioteca Xavier Amorós; la escuela Isabel Besora y el Centre Cívic Migjorn se estrenaban hoy como centro colegios electorales.

Vaticinio: pinchazo de C’s

En Reus, como en el resto de Catalunya, Ciudadanos dominó en voto con un 32,44%, equivalente a 18.377. A una distancia de 7.051 del segundo partido más votado, JuntsxCAT (19,99% de los votos) y a cien más de ERC-Cat Sí, tercera fuerza más votada con un 19,8%. “Esto no se va a repetir, ciudadanos pinchará” opinaba Luís, en una de las colas del colegio Célia Artiga. Este vaticino fue compartido en muchas de las personas preguntadas a pie de urna, que consideran que los votos de los naranjas se hirán a PSC (que en 2017 obtuvo en Reus 6.703 votos, un 11%) y a VOX (sin representación en los anteriores comicios).

 

Por su parte, el PP obtuvo el quinto lugar, con 2.828 votos un 4,99% del total; seguido de CatComú-Podem, con 2.704, un 4,77% y la CUP, que obtuvo 2.418 y un 4,27%.

“Desde mi punto de vista nadie se merece el voto, pero estoy aquí para que no ganen los malos” explicaba Jose Antonio. De hecho, testeando sensaciones de los electores, el hartazgo ganaba la ilusión en unas elecciones que la mayoría de gente, coincidía, no se tendrían que haber celebrado en estas condiciones. “Que sea lo que sea pero que se gobierne para solucionar esta crisis y la que vendrá”.

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