Los trabajos para la reconversión de la antigua prisión El Roser en un centro social se iniciaron ayer con la visita de los arquitectos y unos pocos operarios. El proyecto había quedado paralizado por el estado de alarma, como otras tantas obras públicas de la ciudad que este lunes también se han retomado. Así lo decidió el Ayuntamiento de Reus la semana pasada después que, a medianos de abril, el Estado levantara la suspensión de las obras. Es el caso de la mejora y recuperación del paseo de la Boca de la Mina, otro de los principales proyectos municipales, o de la construcción de los poliligeros vinculados a la escuela Joan Rebull y la escuela Cèlia Artiga.
Las conversión de la prisión de El Roser en un centro social cuenta con un presupuesto de 1,8 millones. Cuando las obras quedaron suspendidas, este proyecto todavía no había empezado, pero ya estaba adjudicado. Ahora ya se han iniciado los trabajos de la conversión, con la que se habilitará, entre otros, una cafetería-comedor social; una despensa solidaria, con gestión y distribución de alimentos y dependencias de alojamiento para situaciones de emergencia.
En cuanto a la recuperación y mejora de la Boca de la Mina, el proyecto cuenta con un presupuesto de dos millones de euros. Ahora se trabaja en la primera fase, referente a las obras del paseo y la creación del Parc de les Olors.
Retoman las obras en Casa Navàs
Independientemente, la Casa Navàs también ha retomado sus trabajos de reconstrucción. Ayer se iniciaron las obras directas al tejado del edificio modernista que tienen que culminar con la reconstrucción del frontispicio, un elemento destruido durante la Guerra Civil.
Si las condiciones lo permiten, a medianos de mayo se instalará la primera pieza recuperada y se calcula que, en junio, la reconstrucción ya esté finalizada.