Condenado por abusar de una menor, que dejó embarazada

La relación sentimental entre ambos comenzó cuando ella tenía
15 años. El procesado ha sido sentenciado a 15 años de prisión

23 diciembre 2019 10:20 | Actualizado a 23 diciembre 2019 10:40
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Un hombre que inició una relación con una joven de 15 años posteriormente abusó sexualmente de ella e incluso la maltrató. Ahora, la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Tarragona lo ha condenado a diez años de prisión por un delito continuado de abuso sexual, además de seis años más de libertad vigilada. Y durante los diez años no podrá comunicarse ni acercarse a menos de 500 metros de ella ni tampoco podrá ejercer la profesión de profesor, educador o cuidador de menores de edad.

El hombre también ha sido condenado por un delito de amenazas leves a cuatro meses y 20 días de prisión, y una orden de alejamiento durante un año y cinco meses. Y por otro delito de amenazas leves al pago de una multa de 60 euros. En cambio, ha sido absuelto de un delito de detención ilegal. Y en concepto de responsabilidad civil tendrá que indemnizar a la víctima con 60.000 euros.

El ahora condenado es un vecino de Reus que tiene 34 años. Comenzó a residir en un inmueble al lado de donde residía la menor con su madre. Él comenzó a entrar en contacto progresivo con la joven. Desde mayo de 2018 dichos contactos se intensificaron. Dicha situación contó con la firme y expresa oposición de la madre de ella. En ocasiones, cuando la progenitora insistía en que no debía mantener relación con el acusado, la joven se marchaba del domicilio, pernoctando en el del procesado, donde mantenían relaciones sexuales.

Serveis Socials

El conflicto llegó a conocimiento de los Serveis Socials de Reus, en donde ya constaba abierto un expediente de seguimiento del núcleo familiar de la menor. El educador responsable del mismo promovió una reunión en la que se abordó la relación, poniéndose en relieve su inconveniencia, si bien el acusado no participó en el encuentro. El equipo responsable de Serveis Socials interesó de la Administración competente que se promoviera la declaración de desamparo de la menor y su traslado a un centro de acogida.

Entre finales de julio y principios de agosto, la pareja, sin permiso ni consentimiento de la madre de ella, se marchó a Baza, donde vivían los padres de él.

El 14 de agosto, la madre de la menor interpuso una denuncia por la desaparición de su hija. Esta llamó a su padre desde Baza, quien le informó que se había puesto la denuncia y que debía acudir a la comisaría de Policía. Advertido el acusado de tal circunstancia, llevó a la menor a la comisaría de Granada. La niña quedó bajo la custodia provisional de la Junta de Andalucía y fue trasladada a un centro de acogida. No obstante, dos días después, la menor se escapó, olvidando su teléfono en dicho centro.

La menor y el acusado regresaron al domicilio de los padres de él. En diversas ocasiones, la Policía Nacional acudió a la vivienda, pero el hombre negó que la joven estuviera allí. Ella salía sólo en ocasiones puntuales de la casa, y siempre acompañada del encausado o de sus padres. Durante este pero llamó en diversas ocasiones a su madre, a su padre y a su tía.

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