Una patrulla de la Guàrdia Urbana de Reus se cruzó en el Passeig Prim con un conductor que llevaba una bebida en la mano.
Agudizando la vista, los agentes vieron que era una cerveza y le dieron el alto. Una vez el Ford Focus que conducía estuvo estacionado, el conductor mostró síntomas de embriaguez y se le sometió a la prueba de alcoholemia, triplicando la tasa permitida.
Tras verificar que el conductor estaba cometiendo un delito contra la seguridad al tráfico, los agentes confeccionaron el atestado y denunciaron al hombre.