Contenedores vivienda: de La Selva del Camp a familias de BCN

El Ayuntamiento de Barcelona empieza el montaje de un edificio como proyecto piloto que acogerá a familias de Ciutat Vella en situación de vulnerabilidad. Cuenta con un presupuesto de 940.000 euros y empezó a construirse en La Selva del Camp.

26 agosto 2019 14:39 | Actualizado a 26 agosto 2019 14:57
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El Ayuntamiento de Barcelona ha empezado este lunes la instalación de los módulos prefabricados del primer edificio del programa de Alojamiento de Proximidad Provisionales (Aprop), de 12 contenedores marítimos reciclados en un solar de 186 metros cuadrados en el número 8 de la calle Nou de Sant Francesc de Ciutat Vella. 

La teniente de alcalde Laura Pérez ha destacado que este edificio es un proyecto piloto que acogerá a familias de Ciutat Vella en situación de vulnerabilidad, que cuenta con un presupuesto de 940.000 euros, ha explicado en declaraciones a los medios la ahora alcaldesa accidental junto al concejal del distrito, Jordi Rabassa. 

Los módulos se instalarán hasta el jueves, y se montará una planta por día: en cada una habrá dos alojamientos de un dormitorio de 30 metros cuadrados, y uno de dos dormitorios y 60 metros, sumando un total de 12 alojamientos ubicados sobre una planta baja que albergará un equipamiento, que el Ayuntamiento ha ofrecido al CAP Gòtic. 

Se trata de contenedores de 12,2 metros por 2,5 de ancho y 2,9 de alto, que fueron usados para transporte marítimo y se descartaron por su cantidad de viajes, tras lo que se repararon, se repintaron y se reforzaron estructuralmente para su nuevo uso como alojamiento, para lo que se han instalado paredes, puertas, lavabo y cocina, entre otros elementos. 

El proceso de construcción empezó en una fábrica de la Selva del Camp (Tarragona) en marzo: ahora los módulos están acabados, y solo queda conectarlos entre sí e instalar otros elementos como un ascensor; escaleras y pasarelas de acceso; una fachada con ventilación; una cubierta para un huerto urbano, y adaptar la planta baja a un equipamiento, trabajos que terminarán a finales de octubre.

CINCO AÑOS COMO MÁXIMO 
Los Servicios Sociales del Ayuntamiento empezarán el proceso para adjudicar los alojamientos en octubre, por vía de asignación directa a familias de Ciutat Vella en situación de vulnerabilidad, que ya han sido valoradas de forma positiva por la Mesa de Emergencias de vivienda y que actualmente están en pensiones y otros dispositivos provisionales. 

Estas familias se alojarán de forma provisional en los Aprop y continuarán en espera de una vivienda social definitiva, y el Ayuntamiento prevé que cada alojamiento esté ocupado por una misma unidad convivencial durante como máximo cinco años, ha explicado Pérez, que ha señalado que los módulos tienen una vida útil de unos 75 años. 

Los módulos pueden desmontarse y reutilizarse en otras ubicaciones con este sistema --inspirado en el de ciudades como Ámsterdam y Copenhague--, que es más económico y ágil que la construcción de obra y que complementa las políticas del Ayuntamiento, sin "sustituir los esfuerzos" municipales para crear vivienda pública. 

"Un tema tan importante de la ciudad se merece que innovemos y hagamos pruebas", ha resaltado Pérez, que ha dicho que una vivienda de obra requiere entre seis y siete años para ponerse a disposición de las familias desde que se inician los trámites administrativos, mientras que esta primera prueba piloto ha requerido nueve meses, tiempo que quieren reducir en próximas ocasiones. 

El concejal del distrito, Jordi Rabassa, ha celebrado que este edificio podrá acoger a familias que han sido expulsadas de Ciutat Vella, y ha dicho que se convertirá en una "pieza fundamental para el entorno, para mejorarlo", incorporando también un equipamiento que quieren que esté vinculado a la salud comunitaria.

DOS PROYECTO SIN ADJUDICAR 
Es el primero de tres proyectos piloto: los otros dos están en Can Batlló --en el distrito de Sants-Montjuïc y con 40 alojamientos-- y en Parc i la Llacuna del Poblenou, cerca de la plaza Glòries (Sant Martí) y con 42, y los tres suman 94 alojamientos, con una capacidad de unas 250 personas y con una inversión total requerida de unos siete millones de euros. 

El Ayuntamiento abrirá una convocatoria pública para licitar los otros dos proyectos cuando disponga de un nuevo Presupuesto municipal: ya abrió un proceso de contratación, pero la única empresa que concurrió para los lotes de estos dos edificios se retiró, por lo que los dos quedaron sin adjudicatario. 

Pérez ha resaltado que evaluarán el funcionamiento de esta primera prueba piloto y reimpulsarán las otras dos, en las que quieren combinar perfiles de personas usuarias, como jóvenes que requieren una vivienda en la ciudad: "Esperamos resultados de la prueba piloto para ver cómo funciona, porque no tenemos referentes en el Estado español". 

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