Dos proyectos de parques eólicos se reactivan en Riudecols y Duesaigües

Uno de ellos ya dispone de licencia y prevé cinco aerogeneradores. En el territorio hay división de opiniones

05 febrero 2020 09:30 | Actualizado a 11 febrero 2020 10:39
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Los nuevos parques eólicos afloran en el territorio. Habían quedado congelados unos ocho años atrás –por dificultades económicas y administrativas–, pero ahora la situación ha cambiado radicalmente a raíz de la aprobación, por parte de la Generalitat en noviembre, del Decret 16/2019, que regula los procedimientos administrativos por la implantación de centrales eólicas y fotovoltaicas, dando mayores facilidades. Los efectos no han tardado: los proyectos paralizados se han reavivado y han aparecido nuevos.

En el Baix Camp, dos ya se encuentran en un estado avanzado: Lo Vedat del Pany y Les Forgues, en los términos municipales de Riudecols y Duesaigües. En total, representarán 15 nuevos aerogeneradores en la zona, y las reacciones no se han hecho esperar. «Detengamos los parques eólicos de Puigcerver», se puede leer en una pancarta colgada en una vivienda de Riudecols.

El parque de Lo Vedat del Pany es el que verá la luz más inmediatamente. Serán cinco aerogeneradores de más de 130 metros de altura y con una potencia total de 26 MW. El proyecto ya tiene aprobada la licencia para empezar a habilitar caminos y plataformas. «El Ayuntamiento nos convocó en una reunión. Todo ya estaba aprobado y no pudimos opinar», critican vecinos de Riudecols. No obstante, el concejal de Medi Ambient, Raül Grau, aclara que «no teníamos opción». «El Pla d’Ordenació Urbanística Municipal (POUM) redactado por el anterior equipo de gobierno prevé la instalación de parques eólicos en el municipio. El documento no puede cambiarse hasta pasados cinco años, y no podemos contradecirlo», detalla Grau, quien muestra preocupación por la situación y señala que la intención sería modificar el POUM (el plazo terminaría este año) con la finalidad de detener el segundo parque que avanza –Les Forgues, con 10 aerogeneradores– y otro que ha surgido nuevo, que se prevé ubicar cerca de la ermita de Puigcerver. 

Opiniones dispares

Los vecinos de los municipios afectados tienen sentimientos contradictorios, entre la necesidad de apostar por las energías renovables y la de repartir equitativamente por todo el territorio. «No es que estemos en contra, pero no puede ser que todo venga aquí», denunciaba ayer un vecino, que también incidía en el impacto visual y medioambiental. «No es únicamente el aerogenerador, sino todas las infraestructuras que conllevan», señalaba. Por su parte, una vecina comentaba que, bajo su punto de vista, «es mejor esto que una central nuclear o una petroquímica».

La pregunta que muchos se hacen es: ¿aportará algún tipo de beneficio a los municipios afectados? Raül Grau detalla que del total de la inversión, un 2,7% corresponderá al Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO). Además, anualmente la empresa pagará al municipio el IAE (Impuesto sobre Actividades Económicas) y el IBI (Impuesto sobre Bienes Inmuebles).

Estudio del impacto caducado

Entre las voces más críticas se encuentran distintas entidades del territorio y ecologistas. Es el caso de GEPEC. Joan Ramon Mendo, técnico en Defensa Ambiental del grupo, se muestra especialmente preocupado por la rapidez con la que el proyecto se ha reactivado. «El estudio de impacto medioambiental es de 2012. Han pasado siete años y está caducado. El territorio cambia. Es demasiado tiempo para darlo como válido», denuncia. Es por este motivo que GEPEC ha presentado una instancia con el fin que se dé respuesta a su petición. 

 

Este grupo ecologista aclara que están a favor de cualquier proyecto eólico, «pero detectamos importantes desequilibrios territoriales». Echando un vistazo al mapa de parques eólicos en funcionamiento, se detecta que la provincia de Tarragona es la que cuenta con más parques eólicos: 24. Lleida tiene ocho, Catalunya Central, cuatro y, en cambio, Girona y Barcelona, ninguno. «Que se ubiquen donde más se usan los recursos en vez de en el mundo rural», señala Mendo.

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