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El balance del PSC sobre la acción del gobierno de Reus al ecuador del mandato acabó siendo, ayer, el pistoletazo de salida para la campaña electoral socialista. El portavoz del grupo, Andreu Martín, compareció en Mas Iglesias ante un centenar de personas, rodeado de los cinco concejales restantes y se acompañó, también, de la diputada en el Congreso Sandra Guaita. Echó la vista atrás para recordar lo que, a su juicio, han sido grandes tropiezos en el camino de JxReus, ERC y Ara Reus. El anuncio del cierre del Carrilet, la subida de impuestos, la promesa de 1.000 pisos sociales o la contrata de la basura centraron las críticas del jefe de la oposición, que acusó al ejecutivo de «no escuchar y no trabajar en beneficio de todos» e insistió en que «ha perdido toda la credibilidad». Pero Martín también miró hacia sí mismo. «Llamo a la ciudadanía a que ya, decididamente, sin complejos, construyamos una alternativa para 2023», dijo.
El PSC reprochó al gobierno que «incumple mociones y rechaza propuestas», y atacó uno de sus grandes valores, la gestión económica, que tildó de «errónea». «Los impuestos se subieron cuando más dificultades había», lamentó Tania Agudo, que recogió en junio el acta como relevo de Guaita, y añadió que en Reus «ahora hay calles de primera y de segunda, y hay ciudadanos de primera y de segunda».
Por su parte, Dani Marcos destacó que «los barrios necesitan una intervención de calado» y Ana Martínez se quejó de que el ejecutivo «quiere hacer una piscina que será de gestión privada y que nadie ha pedido». Carmina Pozuelo colocó al PSC como «el partido que está a vuestra disposición» en contraposición a un gobierno que «mostró grandes carencias» con la irrupción de la Covid-19. «El superávit demuestra que la subida de impuestos fue desmedida», sentenció Hèctor Fort. Entre el público se encontraban, más allá de históricos socialistas y militancia, dos ex de Cs, Raúl Meléndez y Juan Carlos Sánchez.
De los tres partidos, al que se dirigió directamente Martín fue a ERC, que «tuvo la oportunidad de hacer otro gobierno, otra alternativa» pero «priorizó estar en la Diputació». Al alcalde Carles Pellicer, también le envió un mensaje: «Visitar los barrios, hacerse fotos y colgarlas en las redes no es una solución». Consumidos ya dos años de mandato, el portavoz del PSC puso la vista en las municipales de 2023 y avisó de que «el tiempo pasa volando y no queda tanto, y el premio es importante». Siguiendo el lema del acto, ‘El Reus que queremos/El Reus que tenemos’, dijo que «no podemos esperar más», animó a «salir de la zona de confort» y se atrevió a aventurar que «el futuro es nuestro».
