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Reus está preparado para asumir el nuevo curso escolar. Así lo trasladó ayer el concejal de Educació, Daniel Recasens, en una rueda de prensa en la que reveló que el consistorio ha planteado tres líneas de actuación para «complementar» el trabajo del Departament d’Educació y los propios centros educativos en la planificación y adecuación del retorno a las aulas. «Creemos que estamos listos. Sigue habiendo dudas y cuestiones a perfilar, pero hemos previsto las situaciones y los procesos y estamos a punto», declaró el concejal.
La pandemia del coronavirus frenó en seco el curso 2019-20 y marca el inicio del curso 2020-21, en una nueva normalidad llena de incógnitas. En pro de garantizar la seguridad, el Ayuntamiento se ha focalizado en la reducción de la densidad de los alumnos en los espacios comunes. Para ello ha puesto a disposición de los centros educativos los espacios municipales. Un recurso que hasta la fecha solo la ha solicitado el Institut Josep Tapiró, con quien se ha concretado un convenio para el uso de las instalaciones públicas del Giny. Por su parte, las demás escuelas e institutos han podido rediseñar la distribución del centro educativo sin necesidad de hacer uso de un espacio municipal «a pesar de que todos han tenido dificultades para adecuarse a la realidad». Así lo explicó Recasens que subrayó que durante el periodo académico, los equipamientos públicos seguirán a disposición de los centros por si en un futuro requieren de su uso. De ser así, a cada equipamiento le correspondería la instalación municipal más cercana.
Con el mismo objetivo, el consistorio hará de uso prioritario para alumnos los espacios de la vía pública durante el horario escolar. «La educación debe tomar su espacio protagonista en los espacios de la ciudad y es algo que la ciudadanía tiene que entender», insistió el d’Esquerra Republicana.
Otra de las líneas maestras sobre las que el consistorio ha trabajado para garantizar la continuidad del curso 2020-2021 es la limpieza. Así ha elaborado un plan extraordinario de limpieza y desinfección de los centros. Un plan que supone una actuación adicional a la limpieza ordinaria que cuenta con un presupuesto aproximado de 600.000€, a razón de 60.000€ por cada mes de curso escolar. Es un dinero extra al habitual presupuesto anual que se justifica con el contexto Covid-19.
En ese aspecto, Recasens explicó que el servicio se ha pensado teniendo en cuenta la normativa vigente y el plan de apertura especifico elaborado por cada centro, por lo que el concejal detalla que el coste final: «dependerá de la adecuación a unas necesidades de cada centro. Hay que aplicarlo quince días para ver si se ajusta a la realidad y si la partida tiene que ser igual, inferior o superior».
Control en los accesos
Por último, el Ayuntamiento ha buscado fórmulas de gestión para facilitar la entrada y salida escalonada de los alumnos. En ese sentido se implantaran medidas de movilidad que garanticen estos movimientos por los accesos alternativos a la puerta principal de los centros, en horario de entradas y salidas se incrementará la presencia de los agentes de la Guàrdia Urbana, junto a miembros de la Associació de Voluntaris de Protecció Civil. En ese sentido, el concejal de Educació pidió la colaboración de las madres y los padres: «Aunque entendemos que la vuelta es complicado tras seis meses sin colegio, pedimos a las familias para que traten de no alargar el momento de dejar los niños».
Con todo, Recasens resaltó que las conversaciones con el Departament d’Educació y con los centros educativos públicos de Reus serán continuas: «tenemos que estar atentos durante todo el curso y trabajar según los resultados». Además, el concejal asegura que esta labor conjunta asegura que se pueda ofrecer «una solución ágil» a futuras necesidades.
