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El próximo mes de marzo hará tres años que los cines Lauren de Reus cerraron sus puertas. Atrás quedaban casi 20 años de vida de unos multicines que llegaron a la ciudad a finales de los 90 como competencia directa para el también desaparecido Reus Palace. La remota posibilidad de que otra empresa del sector se hiciese con los activos de Cinemes Reus -después de que ésta entrase en quiebra-, o estos fuesen subastados, se fue diluyendo en el tiempo hasta quedar totalmente descartada. Hasta el día de hoy, que el inmueble ha quedado como una ‘perita en dulce’ al lado del vivero de empresas municipal Redessa.
La revitalización de este espacio, que es de propiedad municipal, pasa por las manos de CaixBank, quien posee el derecho de superficie. No obstante, y según ha podido saber el Diari, el propio ayuntamiento está muy interesado en darle una salida al edificio, por lo que está intercediendo con CaixaBank para intentar encontrar un inquilino que apueste por las instalaciones del Camí de Valls.
El concejal de Urbanisme del Ayuntamiento de Reus, Marc Arza, ha confirmado a esta redacción que «hemos tenido algunas reuniones con CaixaBank y tenemos constancia de que hay más de un interesado en alquilar el local de los antiguos cines Lauren». No obstante, Arza recuerda que «aunque el edificio es nuestro, es esta entidad bancaria la que tiene el derecho de superficie y por lo tanto cobra el alquiler, que después nos revierte a nosotros. En todo este tiempo no hemos tenido ningún problema para cobrar de CaixaBank, pero también es cierto que también estamos interesados en encontrar un inquilino y por eso estamos colaborando».
Cinemes Reus (que formaba parte del grupo Lauren) y el Ayuntamiento de Reus firmaron en 1995 el uso de derecho de superficie, ya que las instalaciones estaban en el edificio de Redessa, de propiedad municipal. Este derecho permitía la construcción y desarrollo del edificio de los multicines. Posteriormente, este derecho de superficie fue cedido a La Caixa (actualmente CaixaBank), hasta el año 2040. Eso significaba que ambas partes alcanzaban un acuerdo de pignoración para la construcción del complejo.
Así, la Caixa financiaba el proyecto por la vía del arrendamiento financiero. De esta manera, la entidad bancaria se convertía en el titular del derecho de superficie y Cinemes Reus pasaba a ser el arrendamiento financiero. Eso significaba que quien alquilaba y cobraba era La Caixa y después ésta pagaba al Ayuntamiento de Reus.
Problemas económicos
Los cines Lauren cerraron puertas en marzo de 2015 -en un principio de manera provisional- para materializar unas obras. Pero la realidad era otra, ya que desde hacía muchos meses, Lauren Films, CaixaBank y el empresario Javier Pereira -con la mediación del Ayuntamiento de Reus- estaban negociando una salida satisfactoria para materializar un cambio de operador. Estas negociaciones no dieron sus frutos y la empresa entró en quiebra, pasando a ser administrada por un liquidador por orden judicial.
Otro de los obstáculos que impidieron que el espacio fuese ocupado por otros cines fue que las instalaciones se habían quedado obsoletas, desde un punto de vista tecnológico. Parte de la inversión necesaria, más de 500.000 euros, había que destinarla a dar el salto definitivo al digital, además de la renovación del patio de butacas de las nueve salas que tenían los multicines.
