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El Ayuntamiento de Reus derruirá la antigua fábrica de biodiésel Bionet Europa S. L. que se encuentra en el polígono AgroReus. Actuará de forma subsidiaria y con la voluntad de poner fin a la polémica que arrastra esta instalación abandonada hace años. Su estado preocupa al consistorio después de que se hayan incendiado hasta en tres ocasiones los grandes depósitos que todavía guardan restos de combustible.
De hecho, fue tras el último incidente que se requirió a los propietarios su derribo con carácter de urgenciaAntes, a principios de 2016, también se había requerido su limpieza, «sobre todo por la incertidumbre que presentan los residuos que podían encontrarse en el solar», explican fuentes municipales consultadas.
Los trabajos está previsto que empiecen de forma inminente, durante los próximos días. Y es que el proyecto ya ha sido publicado en el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya (DOGC), a finales de noviembre, y el Ayuntamiento ha adjudicado los trabajos a la empresa Hierros Altadill.
Ésta, bajo la supervisión de los técnicos municipales, «se encargará de retirar todas las estructuras y equipos metálicos y la retirada de los residuos acumulados en el interior del solar».
Posteriormente, los residuos serán tratados por gestores autorizados. No obstante, y en un primer análisis, los técnicos de Medi Ambient del Ayuntamiento de Reus descartaron que los residuos representaran un riesgo para la ciudadanía.
A pesar de que el Ayuntamiento actuará de forma subsidiaria, el procedimiento administrativo cuenta con la validación de la propiedad y no tendrá ningún coste para la ciudadanía.
Esto es así porque el adjudicatario de los trabajos de derribo podrá vender los residuos retirados para cubrir el coste de la operación, que sólo dejará en pie las paredes de obra de la antigua fábrica.
Fuera de servicio hace 5 años
La antigua fábrica de biodiesel Bionet Europa S.L. lleva cerrada desde el 2012 y se encuentra entre las calles Adrià Gual, Santiago Rusiñol y Rovira i Virgili del polígono AgroReus.
El último incendio que quemó parte de sus depósitos abandonados sucedió el pasado mes de julio después de que unos desconocidos intentaran robar parte del material que cubre algunas de las grandes cisternas. El fuego generó una densa humareda de color negro que se apreció desde distintos puntos de la ciudad.
A raíz de aquel último suceso, varias empresas de la zona hicieron llegar al Diari su preocupación por los problemas e inseguridad que generaba el amplio solar abandonado. Más allá de los episodios de incendios, las instalaciones han padecido numerosos robos y destrozos.
