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Otra de las principales afectaciones en Reus de la aplicación del artículo 155 es la demora en la constitución del Consorci que ha de gestionar el Hospital Sant Joan. El equipamiento acumula tres años consecutivos con déficits millonarios, y el actual ejercicio también se prevé que cierre en números rojos. La única solución viable es la constitución del ente que, con mayoría accionarial de la Generalitat, asumirá los gastos del equipamiento sanitario.
Un Consorcio anunciado hace más de un año por el entonces Conseller de Salut, Antoni Comín, que debía entrar en funcionamiento el pasado 1 de enero. La intervención en el Govern de la Generalitat paralizó los trámites políticos aunque los técnicos siguieron trabajando codo con codo con el protocolo de intenciones firmado por Comín como referencia.
Un protocolo que dibujaba las líneas estratégicas del Consorci y que, desde la nueva Conselleria de Salut, están rediseñando para adaptarse a las necesidades reales de la situación y a las posibilidades del CATSalut. El rediseño del Consorci está retrasando el proceso, de la misma manea que ocurre con la residencia d’Horts de Miró, donde los técnicos ultiman un nuevo convenio para desencallar las plazas públicas que hay que concertar.
Aunque, en la única declaración pública sobre la cuestión, la nueva Consellera de Salut, Alba Vergés, no puso fecha al calendario para iniciar el Consorci, desde la concejalía de Salut del consistorio reusense, su responsable, la republicana Noemí Llauradó, apunta al otoño como período clave para desencallar el asunto.
Fuentes del CATSalut consultadas por el Diari posponen el inicio formal del Consorci hasta finales de año. En paralelo, la dirección del Hospital está diseñando un plan para reducir el déficit contemplado para el 2018 y que, si no se aplicara ningún tipo de correctivo, mantiene una proyección que podría llegar hasta los más de siete millones de euros al cierre del ejercicio.
