El Priorat, preocupado por el despoblamiento rural

La comarca debate sobre el tema en una jornada matinal y, entre otras causas, lo achaca ala falta de relevo generacional. Trabajan en atraer a gente que quiera trabajar la tierra

04 marzo 2022 12:00 | Actualizado a 04 marzo 2022 16:09
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El despoblamiento rural es una problemática que preocupa a los payeses del Priorat y está causada, entre otros factores, por la falta de relevo generacional, y no se da, únicamente, en esta comarca y en este oficio; está presente, también, en otros lugares y afecta a la continuidad de otras ocupaciones artesanales de Catalunya.

«El precio por hora para trabajar de payés ha bajado muchísimo respecto a años atrás y la venta de los productos agrícolas no ofrece muchas posibilidades. Ganarse la vida dedicándote solo a la tierra es complicado», cuenta el payés Joan Riba. Trabaja en el Priorat y cuenta con una amplia trayectoria como agricultor. «Muchos jóvenes ya ni se plantean continuar el trabajo agrícola y es comprensible; en muchos casos, si quieres dedicarte a ello, tienes que complementarlo con otra profesión».

Riba había aprendido el oficio de la familia y al cumplir los 14 se encontró entre dos ocupaciones: «Estuve algo más de 30 años en una empresa relacionada con el sector textil y, cuando podía, hacía de payés». De hecho, explica que ya lleva cotizados 50 años. «Trabajo con avellanas, almendras, aceitunas y, desde hace cerca de nueve años, con viñedos; me dedico a ello porque me gusta. La temporada de vendimia, por ejemplo, es muy entretenida, te distraes porque la haces con más gente», detalla. Cuenta que ha vivido, «como muchos otros», la automatización de muchos procesos agrícolas; todo se ha agilizado, pero «aún quedan tareas que se tienen que hacer manualmente, como la poda», menciona.

A propósito de la falta de relevo generacional, reconoce que «no sé cómo acabará todo, siempre depende de las hectáreas que tengas», señala. Además de trabajar para una bodega, Riba tiene un par de hectáreas propias, aproximadamente, y la extensión «siempre condiciona la elección de los productos que quieras acabar cosechando», manifiesta. A su modo de ver, «solo la gente que tenga dinero, podrá crear empresas potentes a través de la agricultura el día de mañana», sentencia. Este testimonio es uno de tantos que se pueden encontrar en la comarca del Priorat y estas cuestiones tratadas con él, también fueron objeto de debate anteayer, en una mesa redonda realizada en el marco de la Jornada PECT Priorat.

Temas a debate

Las oportunidades para el desarrollo de la comarca fue el tema principal de la jornada matinal, aunque su desarrollo se articuló partiendo de la situación en que se encontraba el despliegue del programa PECT Priorat-Montsant-Siurana, que está cofinanciado por la Unión Europea, a través de los fondos FEDER, y la Diputació de Tarragona. Dicho balance fue asumido por las entidades socias participantes – Consell Comarcal del Priorat, que coordina, la DO Montsant, la DOQ Priorat, PIMEC y VITEC-Parc Tecnològic del Vi–, que explicaron las operaciones (o proyectos) llevados a cabo en la franja de ejecución del programa, es decir, 2016-2020. Como dijo la técnica del Consell Comarcal, Elisa Barceló, «muchos de estos proyectos se han prolongado en el tiempo a causa de la pandemia o porque necesitaban más tiempo para evolucionar».

«Se trata de un proyecto de investigación e innovación que quiere hallar un modelo de desarrollo en el Priorat y, con él hemos podido preservar nuestra identidad. Hemos impulsado acciones contra la falta de relevo generacional y desde el Consell Comarcal del Priorat, se ha trabajado en crear un entendimiento entre propietarios y productores, como es el caso del Banc de Terres», recordó el conseller del PECT Priorat, Ferran Pinyol.

El PECT persigue el desarrollo económico y la gestión sostenible del paisaje, así como de los recursos agrícolas y culturales de la comarca. Ya en la mesa redonda, el director territorial de Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural de la Generalitat en Tarragona, Àngel Xifré; el diputado delegado de Medi Ambient de la Diputació de Tarragona, Salut Pública i Territori de la Diputació de Tarragona, Josep Foraster; Pilar Just, de la Associació Prioriat (y presidenta de la DO Montsant); y Ferran Mestres, conseller de Medi Ambient en el Consell Comarcal del Priorat, debatieron sobre la falta de relevo generacional.

Xifré expuso que «los jóvenes, tal vez, observan que es un trabajo duro y se echan atrás al ver el esfuerzo y la dedicación en el trabajo agrícola; empezar en el mundo rural, además, significa invertir en material y eso es empezar de cero». Por ello, el Banc de Terres es «tan importante». Desde este, se facilita a personas que no tienen tierras en propiedad o que quieran gestionarlas que puedan incorporarse a la actividad, «a través de una cesión o un traspaso de fincas de la mano de sus propietarios, el Banc va más allá con el acompanyamiento».

Mestres comentó, por su parte, el «problema de la financiación y continuidad del Banc de Terres, que es una herramienta que está teniendo buenos resultados, pero limitados; hace falta una coordinación con otros bancos y que juntos recurran al Departament d’Agricultura y a la Diputació, para que se financien de una forma más estructural». Incidió, por otro lado, en que es vital «asesorar a los que inician la actividad agrícola, sobre el tipo de tierra en la que trabajarán». En cuanto a la falta de relevo, insistió que «es también una cuestión cultural». «El hecho de que los jóvenes no quieran venir a los pueblos y prefieran las grandes ciudades –donde también se malvive– es algo que ha pasado siempre y hay que cambiar la psicología», apuntó.

Foraster habló sobre la especialización territorial y de que «los problemas de despoblamiento rural sucederán en otros lugares, pero no nunca serán iguales». Hizo hincapié en los convenios únicos de los Consells Comarcals. «Tienen que saber a qué destinar los recursos y tienen que potenciar proyectos, a medio y largo plazo, autosuficientes; la alternativa no tiene que ser la de subsidiar». Desde Prioritat, Just remarcó que no hay que perder el punto de vista más social y local. «El objetivo básico para evitar el despoblamiento rural es crear focos de comunicación locales en que productores y propietarios se relacionen y que tengan continuidad en el tiempo. Hay que afrontar las problemáticas con soluciones y no con tiritas, porque después de este PECT llegará otro y pasará lo mismo. Hay que solucionar el problema de acceso a la tierra y el precio medio del producto», acotó.

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