El Refugi Baix Camp sigue a la espera de poder trasladarse

Han pasado más de seis meses y la protectora de animales Refugi Baix Camp aún sigue a la espera de poder trasladarse al nuevo terreno. El pasado mes de abril de 2019, una de sus voluntarias compró una parcela en Riudoms para cederlo a la entidad animalista. A pesar de ello, desde Refugi Baix Camp aseguran que, a fecha de hoy, siguen en la misma ubicación de siempre, también situada en el término municipal de Riudoms. 

La protectora tiene que dejar el actual solar, en el que se encuentra desde hace ya quince años y, tras doce meses buscando el nuevo terreno, por fin encontraron la parcela idónea. Sin embargo, y a pesar de que desde la actual junta, Núria Aguirre confiaba en que el proceso no se alargaría más de un año, desde la protectora aún no pueden concretar cuándo se efectuará el traslado. El primer paso para ejecutar la mudanza era el de redactar un proyecto adaptado a lo que marca la normativa, pero a finales de mayo, el Ayuntamiento de Riudoms se posicionó en contra de que el Refugi Baix Camp se ubicara en el Camí d’en Bosch. 

Esta nueva ubicación en un terreno privado levantó críticas entre los vecinos de la zona, que se reunieron con el edil, Sergi Pedret, para trasladar su disconformidad. De este modo, el consistorio hizo público el compromiso de evitar que la protectora de animales se instalase en esta zona porque «no es la más adecuada, ya que viven una cantidad importante de vecinos y se pueden producir afectaciones en su día a día», rezaba el comunicado oficial municipal. También se anunciaba que, en caso de formalizar la petición de la licencia, «el alcalde ha dado instrucciones pertinentes de paralizar» el refugio de animales, se añadía. Por parte de la protectora, aseguran que la finca fue comprada para acoger animales desprotegidos y que es apta para realizar tal función. Actualmente, el Refugi Baix Camp asume el cuidado de 110 gatos y 17 perros, el máximo número de canes que la entidad puede asumir. 

Perrera comarcal

Pendiente del desenlace de la nueva ubicación de la protectora está el Consell Comarcal del Baix Camp. El nuevo gobierno formado por JuntsxCat, ERC-AM y el PSC-Cp marcó la construcción de la perrera comarcal como uno de los ejes principales de la legislatura. Ya en 2016 se puso sobre la mesa esta posibilidad con la intención de ser construida en el municipio de Botarell. El proyecto se frenó el año siguiente por falta de apoyos, entre ellos, el Ayuntamiento de Reus lo descartó por el elevado coste que supondría. Ahora, la posibilidad de crear una protectora para los perros abandonados de los veintiocho municipios de la comarca se retoma. 

El presidente del Consell Comarcal, Joaquim Calatayud, explicaba en una entrevista al Diari que esta propuesta se tendría que asumir de una forma muy seria «porque todo el mundo deberá tener muy claro que la protectora de animales representará un coste importante y nadie podrá tener exigencias fuera de lugar porque si no será imposible». 

Desde las distintas protectoras comarcales y provinciales se ha iniciado una campaña para potenciar la adopción, evitar la compra y prevenir el abandono de perros y gatos, ya que en Navidad se regalan muchos animales.