El alcalde de Reus espera que el nuevo Gobierno desatasque el apeadero de Bellissens

Entidades sociales y económicas de la ciudad recriminan a ADIF que no ejecute una obra «lógica» e «indispensable»

27 octubre 2018 10:45 | Actualizado a 30 octubre 2018 13:37
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El alcalde de Reus, Carles Pellicer, espera que el nuevo gobierno de Pedro Sánchez dé luz verde, de una vez por todas, a la inversión de 20 millones de euros para construir el apeadero de Bellissens. Una obra que los expertos consideran «lógica» e «indispensable» y para la que la Generalitat de Catalunya ya ha redactado dos proyectos. 

Según Pellicer, en el último año  del Partido Popular al frente del gobierno español, los representantes políticos del Ayuntamiento reusense se intentaron poner en contacto hasta en diez ocasiones con los máximos responsables de ADIF, el gestor de infraestructuras. «Nadie se ha querido poner al teléfono», dice Pellicer al Diari, y añade que, con el nuevo gobierno socialista, espera una renovada voluntad de diálolo. 

De hecho, Bellissens, consta como una de las infraestructuras ferroviarias incluidas en el pacto entre Reus y Tarragona la primavera pasada, y en la que se contempla la hoja de ruta del territorio en materia de trenes. Un apeadero que pasaría a convertirse en la Estació Bellissens Sud. 
El cambio de gobierno en Madrid también es un halo de esperanza para Valentín Rodríguez, el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Reus, que ha liderado durante los últimos 4 años una mesa de diálogo con todos los agentes sociales que intervienen en el apeadero. «De momento tenemos cero, así que cualquier movimiento será positivo», opina. 

En los dos últimos años ha recogido más de 3.000 firmas para reclamar la infraestructura. «Nadie lideraba el asunto, así que lo lideramos los vecinos», asegura, y añade que «hablamos de una zona de la ciudad que se ha desarrollado económicamente y socialmente. El apeadero será el punto definitivo de crecimiento para el hospital, la universidad, la nueva biblioteca y hasta el Tecnoparc».

Cobertura a 30.000 personas

Daniel Pi, portavoz de la Plataforma en Defensa del Ferrocarril en el Camp de Tarragona, asegura que «el apeadero de Bellissens dará solución a la absurda situación actual, en la que los trenes pasan de largo de un eje productivo importante», en el que se concentran el Hospital Sant Joan de Reus, el Campus Bellissens de la Universitat Rovira i Virgili y una área de nuevo crecimiento poblacional en la zona sur de la ciudad.

De hecho, los mismos estudios de la Generalitat consideran que el apeadero daría cobertura a una población de 30.000 personas, y se estima que podrían utilizarlo alrededor de 1,5 millones de pasajeros cada año. La demanda en la línea, actualmente, según Pi, es de más de 4 millones de pasajeros al año. 

El portavoz de la PDF también considera que «el coste de la infraestructura es asumible», y que no existen razones técnicas para que no se construya el apeadero. Asegura que la falta de prioridad en Madrid para los regionales y los trenes de media distancia podría explicar el desinterés de ADIF en la estación, pero también apunta «a la nula capacidad del territorio para hacer lobby». «El ministerio aboga por la alta velocidad, los ayuntamientos tienen visiones localistas y la Generalitat pretende contentar a todo el mundo», dice Pi. 

El decano de la Facultat de Ciències Econòmiques i Empresarials de la URV, Antoni Terceño, explica que la facultad cuenta con un 13% de estudiantes «que provienen de la costa tarraconense y del Penedès». Más allá de los alumnos de Tarragona «que prefieren utilizar el autobús para ir a estudiar», Terceño asegura que «los jóvenes de ciudades como Cunit, Calafell y evidentemente Vilafranca no tienen la comodidad necesaria para viajar hasta Reus» por lo que prefieren, en el momento de escoger el lugar donde desarrollar sus estudios universitarios, «irse a estudiar a otras ciudades». Según el decano, «el apeadero mejoraría la situación» porque considera que entre la actual estación de trenes y la facultad «hay más de media hora a pie», lo que obliga a los alumnos que estudian por las tardes «a salir antes de clase para ir a coger el tren». 

Antoni Terceño cree que el apeadero permitiría incrementar el número de estudiantes en el Campus Bellissens «o por lo menos mejorar las condiciones de movilidad de los alumnos que tenemos». 

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