El barrio Sant Josep Obrer de Reus tendrá instaladas cinco cámaras de seguridad en verano

El Ayuntamiento publica el pliego de cláusulas para licitar el proyecto. Se quiere poner fin a la elevada delincuencia de la zona

19 mayo 2017 15:34 | Actualizado a 19 mayo 2017 15:34
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La instalación de cámaras de videovigilancia en el barrio Sant Josep Obrer afronta la recta final tras cerca de dos años de intenso trabajo. El Ayuntamiento de Reus publicó este viernes el pliego de cláusulas para licitar este proyecto de vigilancia en la vía pública pionero en la ciudad. El documento permite conocer de primera mano en qué consistirá este dispositivo que debería entrar en funcionamiento este verano.

A grandes rasgos, se instalarán cinco cámaras de seguridad de forma fija en la calle Mare de Déu de Puigcerver para controlar los cinco pasajes que se encuentran en la zona de Mas Abelló, una de las más conflictivas del barrio y de la ciudad. Estos son los pasajes de la Mare de Déu de las Angustias, de la Paloma, de Guadalupe, de la Cabeza y del Saliente.

Las cámaras funcionarán las 24 horas los 365 días del año y serán responsabilidad de la Guàrdia Urbana. De hecho, toda la zona videovigilada estará señalizada debidamente y conectada a través de un sistema informático con la comisaría de la policía local.

El Diari contactó este viernes con el alcalde de Reus, Carles Pellicer, que se mostraba muy satisfecho con la resolución final porque da respuesta a la preocupación expresada por las distintas entidades vecinales que agrupa Sant Josep Obrer. «Es una medida novedosa que garantizará la seguridad de los vecinos y actúa de forma disuasoria para evitar posibles casos delictivos», aseguraba Pellicer, sin dejar de mencionar que las cámaras de vigilancia facilitarán el trabajo de los cuerpos policiales.

Priorizar la seguridad
También recordaba que la seguridad ciudadana ha sido siempre una de sus principales prioridades y lamentaba que el proceso haya sido más largo de lo esperado por su complejidad. Más allá de los requerimientos técnicos, el consistorio ha elaborado un informe exponiendo y justificando las quejas surgidas por los múltiples casos delictivos. Tanto la Generalitat como la Comissió de Control de Dispositius de Videovigilància de Catalunya han tenido que dar la autorización final.

La presencia de cámaras de seguridad se pone en marcha en el barrio Sant Josep Obrer con el objetivo de erradicar la reiterada delincuencia que padece una de las zonas más calientes de la ciudad. Sin ir más lejos, en los últimos años la policía ha instruido numerosos procedimientos relacionados con posesión y tráfico de drogas, agresiones, tenencia de armas, atracos o delitos contra el patrimonio.

Además, junto con la delincuencia no puede pasar por alto el elevado número de familias inmigrantes que residen en todo el barrio y que, en muchos casos, todavía ocupan viviendas que presentan un estado lamentable de conservación. Esto es así porque muchas de ellas fueron construidas hace décadas por los propios ciudadanos.

Otro argumento de peso expuesto por el gobierno municipal a la Generalitat para pedir las cámaras de seguridades se debe a la imposibilidad de garantizar una presencia policial constante en la zona sur de la ciudad. Y esto sin perder de vista la cercanía con equipamientos clave como son el Hospital Sant Joan, la Universitat Rovira i Virgili (URV) o el Tecnoparc.

El presupuesto de la licitación es de 44.100 euros (sin IVA) y el plazo para presentar las ofertas finaliza el próximo día 5 de mayo. Éste incluye que la adjudicataria deberá suministrar «todo el material necesario para satisfacer las necesidades del sistema requerido». El pliego de condiciones deja claro que la empresa adjudicataria deberá cumplir escrupulosamente la ley de protección de datos y de confidencialidad.

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