El barrio de Reus donde no llega el autobús

La Urbanització Sant Joan está alejada del centro, en la zona norte de Reus. Los vecinos llevan años reclamando transporte público

19 mayo 2017 16:19 | Actualizado a 24 diciembre 2019 23:11
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No vive mucha gente. Quizás un centenar de familias. Pocas más. Es una zona tranquila. Alejada, en la zona norte de la ciudad. La Urbanització Sant Joan ya tiene sus años, y su población es cada vez mayor. Pero no hay ninguna línea de autobús que la una con Reus. Los vecinos son conscientes de que son pocos y es difícil justificar una inversión en este campo. Pero solo quieren una parada. Aprovechar algún recorrido que ya esté en marcha para que el transporte se deje caer por el barrio.

El autobús que más se acerca tiene parada en el colegio La Vitxeta, cerca de la urbanización, en la época escolar. «Lo que pedimos es que pueda desviarse un poco y entrar aquí. No supondría un gran coste y daría servicio a la gente que lo necesita, aunque sea una o dos veces al día», explica el presidente de la Associació de Veïns, Joan Francesc Fe, quien insiste en que «hace como dos décadas que lo pedimos y no hay manera. Siempre nos dicen que no es viable».

María lleva más de veinte años viviendo en el barrio. Se mueve arriba y abajo con su carrito de la compra. «No hay autobús, tengo que bajar en la Fira. Y lo que queda, lo recorro andando. Ya soy mayor. Y siempre voy con el carro. No tengo otra opción», señala esta vecina, quien suspira por tener servicio de transporte público que pueda llevarla cerca de casa.

En alerta desde WhatsApp

Los vecinos de la Urbanització Sant Joan están en alerta constante. Aseguran que en el último año han sufrido varios robos en chalets. Al menos cuatro, según explica Fe. Y están conectados a través de un grupo de WhatsApp. «El barrio solo tiene una entrada. Cuando vemos algún coche que no conocemos, en seguida lo compartimos con los demás en el grupo para estar todos alerta, y así lo comentamos», apunta el representante vecinal, quien insiste en que en el momento en que ven alguna actuación sospechosa, en seguida llaman a los Mossos d’Esquadra para notificárselo. «Siempre estamos pendientes. No tenemos quejas de la presencia policial. Van pasando, tanto los Mossos como la Guàrdia Urbana. Pero es importante que nosotros también estemos pendientes de lo que pueda ocurrir», añade Fe, quien asegura que, a pesar de todo, viven en una zona tranquila en la que todos se conocen, como si de un pequeño pueblo se tratara. De hecho, como ocurre en otros barrios de la ciudad, cuando se van al centro utilizan la célebre expresión «vamos a Reus». Como si viviesen fuera. Y es que la distancia física existe.

Al margen de la eterna reivindicación del transporte público y el estado de alerta permanente para evitar robos y hurtos, la Associació de Veïns de la Urbanització Sant Joan no se siente abandonada. Las aceras y las calles están en buen estado, y han conseguido la instalacion de una zona para practicar deporte. «Se instaló hace un año, y también pusieron unos bancos. El espaci queda mucho mejor. Y también está el parque infantil, donde cada tarde van a jugar los niños y está en muy buen estado», insiste el representante vecinal, quien subraya que «tenemos una buena relación con el Ayuntamiento». Durante el día apenas hay gente. Los vecinos se van a trabajar fuera. Pero el punto de encuentro para el barrio es el bar, con Joan Francesc Fe al frente, en el que se reúnen los vecinos. Allí también está el local social. Y el centro cívico. A su lado, el escenario que utilizan para sus fiestas.

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