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Ya ha pasado un mes y medio desde que el Hospital Universitari Sant Joan de Reus cambió de propiedad. Fue el pasado el 23 de julio cuando, tras cuatro años de negociaciones, se firmó el traspaso de gestión a favor de CatSalut y el consistorio reusense renunció al derecho de superficie del edificio sanitario, cediendo gratuitamente la propiedad. Un cambio que significó el paso de la gestión municipal a la autonómica, en un camino que arrancó lleno de incertidumbres y dudas a resolver y que se solucionó con largas y numerosas conversaciones entre el gobierno reusense y Generalitat.
«¿Y ahora qué?», se pregunta la sociedad reusense, abriendo una puerta a interrogantes sobre el nuevo papel que tendrá el centro sanitario y cómo afectará a su servicio. «Hubo quien dijo que al perder la gestión municipal, el Sant Joan pasaría a ser un hospital de segunda. Nada más lejos de ello», valora el concejal de Salut reusense y miembro del nuevo Consell de Administració, Òscar Subirats, quien considera que, con la operación, el hospital ha ganado un peso preponderante: «Está demostrando su papel como referencia en el territorio, cuando hasta ahora se cuestionaba que había una estructura vertical dependiente del Hospital Joan XXIII de Tarragona».
«El usuario no tiene que haber notado diferencia alguna», señala el gerente de la Regió Sanitaria del Camp de Tarragona, Ramón Descarrega. Según él, las diferencias que se prevén aplicar son «progresivas y afectarán a la estructura y al funcionamiento». De momento, el principal cambio que se ha notado en la nueva entidad de derecho público Salut Sant Joan de Reus – Baix Camp es que ha pasado a ser el segundo hospital de referencia en la provincia en el ámbito relacionado con el coronavirus.
¿Cuáles son estos planes de futuro para el Sant Joan? Los máximos representantes de sanidad en la Generalitat ya trataron de remarcar que la idea del CatSalut era darle al Hospital de Reus un papel coprotagonista en el Camp de Tarragona. Así lo trasladaron el director del CatSalut, Adrià Comella, y la Consellera de Salut, Alba Vergés, en sus respectivas visitas a las instalaciones. De Vergés se conoce su firme idea de aprovechar las grandes dimensiones del edificio para darle un papel importante. En esa misma dirección, Comella se centró en la oportunidad para el crecimiento de los servicios: «La ciudadanía suele estar satisfecha con los servicios de salud en Reus y su área de influencia, pero el hecho de que haya un proyecto por delante significa que tiene que revertir en una mayor calidad asistencial con mejores resultados», concluyó Comella.
Mayor calidad y servicios
Hay un elemento clave que permite asumir este nuevo rol al HUSJR y que se espera que se traduzca en un incremento de servicios y calidad. Según explica Subirats, el traspaso al CatSalut hace que haya suficiente masa crítica como para ganar nuevas especialidades. Esto significa que la población que tiene como referencia el Sant Joan ha pasado de los 190.000 habitantes que suman el Baix Camp y el Priorat, a las 600.000 que suman con el Camp de Tarragona. Si añadiéramos las Terres del Ebre, pasaríamos a las 800.000. «En ningún momento esto va en detrimento de la cartera de sevicios del hospital de Tarragona, sino que suman», dice Subirats.
Esta anchura de miras ayudará a que en ambos hospitales se trabaje con el objetivo de acabar ofreciendo nuevas especialidades médicas que ahora no se cubren y que actualmente se encuentran en Barcelona. «Es una mirada estratégica de futuro, a medio plazo», puntualiza el concejal.
El gerente de Salut en el territorio señala que de forma más inmediata «estamos trabajando mucho en la mejora de las listas de espera de la actividad quirúrgica, donde ya se han hecho planes de contingencia con los trabajadores», señala Descarrega, que asegura que hoy el Sant Joan ya hace quirófanos por las mañanas y por las tardes. «Hay que aplicar una visión más global para lograr un modelo existencial territorial de colaboración máxima», añade, haciendo una llamada a la calma: «Tenemos todavía un año para acabar de consolidar el traspaso». Un traspaso que, entre el Covid y el mes de agosto, todo apunta a que será más lento de lo deseado.
Sin cambios plausibles
De momento, los trabajadores no han notado ningún gran cambio a nivel de ejecución. «Sabemos que ha habido el cambio de gestión porque así lo vimos en los medios», señalan desde el sindicato de Técnicos de Auxiliares de Enfermeria SAE. Sin embargo, su portavoz, Francesc Roig, explica que internamente se ve con buenos ojos la operación de cambio de gestión sanitaria.
Los trabajadores del Hospital Sant Joan se encuentran en plena negociación del convenio laboral, en período de ultractividad todo este 2020. Las reuniones se retomarán el próximo viernes, tras el parón veraniego y, según señala Roig, se está hablando con el mismo equipo de negociación que antes del traspaso de propiedad. «Nos gustaría que hubiera alguien del CatSalut con quien tenemos que cerrar el trato, pero no es así».
Por su lado, desde CatSalut aseguran que los trabajadores no verán afectado su convenio. Algo en lo que insiste el concejal de Salut de Reus, Òscar Subirats: «Se mantienen los mismos profesionales con los mismos derechos y condiciones».
Por último, el gestor del área Sanitaria del Camp de Tarragona, Ramón Descarrega, también insiste en que la apuesta por la Universidad «es firme». De hecho, Subirats, quien defendió la venta con esa condición, recuerda que «era básico mantenerlo. La operación permite crecer a nivel profesional. Hay que garantizar el futuro con la captación y retención de talento».
