El colectivo H2O asiste a 4.000 personas al año

El hecho de formar parte del colectivo LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales) ha supuesto, históricamente, una lucha intrínseca. La vida de estas personas se ve dificultada y frecuentemente juzgada únicamente por su sexualidad, y aquí es donde la asociación H2O entra en juego. Con tal de luchar contra esta injusticia desde 1998 ha ofrecido apoyo e información sobre cualquier duda sobre los distintos roles sexuales y sexualidad. 

Este colectivo reusense da atención a 4000 personas de forma anual mediante su asociación y los servicios que ofrecen a diferentes administraciones del Camp de Tarrgona, ya sea a nivel invididual o colectivo. Se encargan de distintas áreas, desde test del VIH-Sida a formaciones y talleres grupales en temáticas de sexualidad, diversidad afectiva y género, entre otros.  En el área de salud de esta entidad, Espai Jove de Salut se encuentra trabajando Claudia Vinyols. Su labor es la de asesorar a la población del territorio, sean cuales sean sus características, en todo aquello relacionado con la sexualidad y prácticas de riesgo. «Inicialmente este organismo de H2O solía tratar ‘salidas del armario’ y casos de prevención del VIH, pero actualmente ha ampliado mucho más el abanico de peticiones que recibimos» detalla Claudia. «Este constituye un lugar de confianza donde se puede preguntar con la seguridad de que la respuesta será fiable». 

Los orígenes
A mediados de 1998, se fundó el Col·lectiu per a la Igualtat de Tarragona (CIT). Con él, se pretendía reivindicar la creación de un tejido ciudadano más cohesionado, de forma autónoma y bajo el mando de José Antonio Pérez. Tras años de peticiones sin éxito al consistorio para que se cediera un espacio a la causa, iniciaron una nueva etapa en Reus dónde se contempló plantear acciones encaradas a la defensa del colectivo LGBT. Después de unos años, en 2005 H2O organizaba la manifestación del día del Orgullo LGBT el 28 de junio en Reus, con más de mil participantes que recorrieron el centro urbano apoyando la diversidad y el respeto. Se crearon los reconocimientos Ploma Daurada, y la Demarcació de Tarragona del Col·legi de Periodistes de Catalunya le concedió a la asociación el premio Petxina Oberta. Tras estas hazañas, en 2006 se creó el Espai Jove de Salut, un punto de información para jóvenes sobre sexo seguro, transtornos alimenticios, alcoholismo, drogodependencia y afectividad sexual.

En esta tesitura se desarrollan actividades de forma paralela para crear espacios críticos, como el CineForum que se celebra una vez al mes en el Casal Despertaferro, el cual según Vinyols tiene muy buena respuesta de la población. «Acude la cantidad aproximada de 30 personas cada vez que lo convocamos». A parte, en Dias Mundiales señalados realizan eventos donde se dan a conocer.
Sin ir más lejos, por Sant Jordi también participan publicando una revista gratuita que reparten por la ciudad. La visión que este organismo ha edificado respecto al futuro cercano es positiva, pero Vinyols advierte que hay que seguir en alerta. «A nivel ciudadano la gente se muestra abierta y curiosa hacia el colectivo LGBT. Pero con el auge de ideologías extremistas, no debemos bajar la guardia, porque podemos tirar atrás con un pestañeo». 

Además incide en que el conocimiento y la tolerancia tiene que venir de distintas esferas sociales de cada individuo. «Hay que educar desde las escuelas, las familias y el entorno para despertar el pensamiento crítico e inclusivo». En este sentido la diversidad sexual y la concienciación de la lucha que ha sufrido empieza a calar más hondo en la sociedad, y asociaciones como H2O han hecho posible esta visibilidad.