El colegio francés inicia el curso de forma progresiva por la Covid-19

Siempre es el primero en comenzar las clases en la ciudad y ha planificado la vuelta en dos días diferentes

04 septiembre 2020 19:04 | Actualizado a 17 septiembre 2020 19:18
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Con el lema ‘una vuelta segura’, el Collège français international de Reus Marguerite Yourcenar ha iniciado recientemente el nuevo curso y lo ha hecho con una planificación rigurosa y medida al milímetro. La vuelta del alumnado ha sido progresiva y se ha desarrollado en dos días diferentes para primaria y secundaria. 

De esta manera, explica la directora del centro educativo Sylvie Carot, «los alumnos no coinciden y se respeta la formación de grupos estables». Si el total de alumnos que acoge el Collège es de 270, ésta es la cantidad que ha tenido que reordenar el equipo educativo. La preparación ha sido exhaustiva. 

Ya en pleno confinamiento, el profesorado se formó para llevar a cabo las clases no presenciales, en las que quisieron preservar los valores educativos del centro en todo momento, como el fomento del espíritu crítico o el aprendizaje en cuatro idiomas: en el colegio francés se aprende además del obvio, el catalán, el castellano y el inglés. Un rasgo que les sorprendió gratamente fue la respuesta obtenida en su momento por los estudiantes de secundaria en las clases realizadas durante la pausa. «Tuvimos un feedback positivo de los alumnos en las tomas de contacto que realizaban desde sus casas. Quisimos trabajar en un tipo de formación proactiva en la que fomentáramos la verificación de lo aprendido, una acción que nos consta, les ha ayudado a adquirir nuevas competencias y fomentar su interés mediante acciones retroactivas», detalla la directora. 

Por su parte, la colaboración con las autoridades locales «ha sido óptima», especifica. «La ‘vuelta al cole’ ha sido una meta que perseguíamos. Hace seis meses que no veíamos a nuestros alumnos y hemos realizado un trabajo de seguimiento y de continuidad pedagógica», expresa.

El protocolo

El protocolo sanitario se hace notar por aulas y pasillos a través de carteles con indicaciones de cómo lavarse las manos y flechas que guían al estudiante hacia dónde tiene que dirigirse para evitar el contacto con un alumno ajeno a su grupo estable. «Hemos creado divisiones nuevas de alumnos para concentrar en las clases no más de 16 o 17 personas», destaca Carot. Además, hay diferentes turnos para acceder al comedor, donde también hay delimitaciones de espacio para garantizar el distanciamiento social, así como zonas del patio de recreo divididas para los diferentes grupos estables formados. «Cada uno tiene un camino asignado que no coincide con ningún otro. El horario de entrada y de salida también se rige por pautas escalonadas», manifiesta. 

Bienestar emocional 

Por lo pronto, habiendo visto cómo se ha desarrollado la vuelta del alumnado de primaria y de secundaria, Carot se muestra esperanzada: «Aunque es pronto, hemos visto que se adaptan muy bien a los cambios, esperamos que los interioricen. Primamos también saber cómo lo viven todo a nivel psicológico. Hay que prestar mucha atención, porque para nosotros esta ‘normalidad’ también es un choque y puede darse un sentimiento de frustración». 

Indica que es de vital importancia trabajar en el bienestar emocional tanto de estudiantes como de profesores. «Somos personas al fin y al cabo», apunta. Una de las dudas más habituales de los alumnos están relacionadas con la vida social. «Especialmente los más pequeños te preguntan por qué no pueden ir a ver a su amigo/a que ha cambiado de clase. Hay que detenerse y explicarlo, gestionarlo todo desde la empatía», observa. 

En este sentido, tutores, padres y madres tienen un rol muy importante. Desde el colegio francés se esfuerzan en mantener el contacto, pues «asumen un papel pedagógico clave también», expresa la directora. «Todo el tiempo invertido en seguridad es garantizar confianza», expone. 

Por otro lado, el Collège français sigue trabajando para crecer, y lo hace en materia pedagógica con la organización de un proyecto de carácter europeo para el 2021: una modalidad de bachillerato francés con mención europea en inglés, homologada internacionalmente. Ésta combinará junto con otras especialidades la multiculturalidad potenciada desde siempre por el centro, entre otros valores ya mencionados. «Nuestro objetivo es desarrollar el potencial del alumno y prepararlo para un mundo laboral universal», concluye. 

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