El deterioro del mobiliario urbano preocupa a los vecinos del paseo Prim de Reus

Desde la Associació de Veïns Joan Prim denuncian el mal estado de las farolas y piden más limpieza por parte del Ayuntamiento ante la suciedad provocada por el incivismo y las palomas

03 junio 2017 17:41 | Actualizado a 04 enero 2021 21:15
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La Associació de Veïns Joan Prim, a pesar de llevar el nombre del tramo del paseo que va desde el Camí de Riudoms hasta la plaza de la Pastoreta, también incluye a los vecinos del Paseo Sunyer, tal y como explica Ramón Peña, su presidente y uno de los históricos líderes vecinales que aún quedan al frente de una asociación de vecinos en Reus.

A simple vista, la zona de los paseos es un lugar tranquilo y en buen estado. Pero basta con darse una vuelta con su presidente para observar que los vecinos se sienten ignorados en algunas de sus quejas y no tienen demasiados problemas en encontrar algo de lo que quejarse. «Falta vigilancia por parte de la Guàrdia Urbana», empiezan explicando Peña al Diari, quien añade que «aunque no lo parezca existe inseguridad ciudadana en el barrio y la gente mayor -que somos muchos- se siente insegura».

Por orden, el primer problema que denuncia públicamente Ramón Peña es «el exceso de velocidad con el que circulan muchos coches por el paseo Prim, especialmente por el tramo final más próximo a la Pastoreta. Sin ir más lejos, la semana pasada un coche se subió a la acera, chocó contra una columna e hirió a un par de personas».

Para poder luchar contra este problema, desde la Associació de Veïns Joan Prim tienen muy claro que «la solución pasaría por instalar bandas rugosas antes de los pasos de peatones».

La asociación de vecinos pide bandas rugosas para evitar el exceso de velocidad

La suciedad que se acumula en algunos puntos del paseo también preocupa a los vecinos. «Ya sabemos que en muchas ocasiones está provocada por el incivismo de la gente, como por ejemplo cuando dejan la basura o los colchones y televisores en el exterior de los contenedores, pero el Ayuntamiento tendrían que actuar más rápido para limpiarlo y ser más duro sancionando a las personas que ensucian», comenta el presidente de la Associació de Veïns Joan Prim.
Peña pone el ejemplo de las bocas de la recogida neumática de basura que «raro es el día que en su exterior no se acumula basura, muebles, electrodomésticos, etc. Es cierto que los trabajadores de la limpieza lo recogen, pero dura muy poco limpio y siempre estamos igual».

La suciedad también puede verse, por ejemplo, en los bancos del paseo, por culpa de las palomas que se posan en sus árboles. «Tenemos pocos bancos y, encima, los pocos que tenemos están repletos de excrementos de palomas que hacen imposible que la gente se pueda sentar. Está claro que, ante este panorama, los equipos de limpieza tendrían que limpiar a presión la zona cada cuatro o cinco días, pero eso no pasa y la suciedad se acumula», explica el presidente de la entidad vecinal.

Uno de los problemas que preocupa bastante a la junta de la Associació de Veïns Joan Prim es el mal estado de algunos elementos del mobiliario urbano, especialmente de las farolas del tramo final del paseo, que se mantuvieron tras la reforma del paseo como el legado que dejó el arquitecto Enric Miralles. «La base de las farolas está fatal porque se están pudriendo todas», denuncia Peña, quien añade que «el problema viene desde el momento en el que las instalaron, ya que están mal galvanizadas. Lo hemos dicho un montón de veces pero no nos hacen caso. Esperemos que no ocurra ninguna desgracia, porque hace un año y pico ya se cayó una encima de un coche». Por último, Ramón Peña también echa en falta un mejor mantenimiento de las baldosas del paseo. «Aunque las van cambiando, hay muchas rotas», se lamenta el presidente de esta asociación vecinal.

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