El edificio de la calle Sant Magí de Reus donde se derrumbó un piso sigue ocupado

La PAH denuncia que hay riesgo de que vuelva a ocurrir, pero el Ayuntamiento dice que la seguridad está garantizada

11 febrero 2019 09:01 | Actualizado a 13 febrero 2019 18:27
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Choua Ben Hmaidou, una mujer marroquí de 63 años, se encuentra cada día cuando entra por la puerta del piso que ocupa desde hace un par de años un par de puntales que ayudan a que el techo de su rellano no se caiga. En el interior de la vivienda, en el segundo piso, las garrafas vacías de agua se agolpan en la cocina. No hay agua corriente ni luz, salvo cuando a algunas horas del día se conecta a la red. Las condiciones de habitabilidad del piso son pésimas y el techo del cuarto de baño está agrietado. 

Choua vive en el número 35 de la calle Sant Magí, muy cerca de la Riera de Miró, y es uno de los ocho vecinos –todos de origen magrebí- que ocupan de manera ilegal todos los pisos del inmueble. El edificio fue desalojado el 18 de septiembre del año pasado después de que derrumbase el interior de una de las viviendas situada en la primera planta. Afortunadamente, no tuvieron que lamentarse daños personales, pero el susto entre los vecinos fue mayúsculo. Desde entonces, dos de las familias desalojadas están en un piso de acogida, según han confirmado al Diari fuentes municipales. 

Los técnicos del Ayuntamiento de Reus, de manera subsidiaria con posterior recargo al propietario del piso, apuntalaron la vivienda para garantizar la seguridad. Cinco meses después, la vivienda derruida está deshabitada, pero el resto del edificio sigue ocupado por ocho familias. Desde el consistorio, insisten en que la seguridad está garantizada, a pesar de que recuerdan que ellos no pueden hacer nada más porque se trata de una propiedad privada y la responsabilidad última de que haya gente viviendo es de los propios ocupas. Es más, estas mismas fuentes añaden que los técnicos municipales han vuelto a visitar en más de una ocasión el inmueble para ver si existe peligro, pero lo han descartado. 

El Ayuntamiento de Reus insiste en que han garantizado la seguridad y se trata de una propiedad privada y que si, por ejemplo, detectasen otros problemas como de salubridad sí que volverían a intervenir. 

Técnicos municipales han visitado el inmueble en varias ocasiones y dicen que es seguro

Desde la Plataforma d’Afectats per la Hipoteca (PAH) no se creen para nada esta versión. Fuentes de esta asociación explican al Diari que «si el Ayuntamiento decidió apuntalar el edificio fue porque, cuando se produjo el derrumbe, hicimos una sentada exigiendo una solución. El problema es que los bancos tapian sus pisos cuando están en condiciones, pero los que tienen en ruina pasan de ellos. Un día habrá una desgracia. Ya sabemos que es una propiedad privada, pero el Ayuntamiento debería presionar, pero no lo hace porque no les importa la gente que ocupa estos pisos. Un día pasará una desgracia y entonces nos lamentaremos todos». 

Desde la PAH tienen muy claro que «para nada este edificio está seguro. La gente está allí porque no tiene dónde ir, pero las condiciones de habitabilidad son pésimas». Choua Ben Hmaidou corrobora esta versión y explica que tiene miedo de vivir en ese piso, pero que no tiene más remedio porque no existe otra alternativa. «El rellano está apuntalado y mira como tengo el cuarto de baño», asegura la mujer señalando un techo agrietado y que se cae a pedazos». 

Esta marroquí recuerda el día del derrumbe del piso con angustia. «Nos llevamos un buen susto, aunque por suerte no pasó nada», comenta Choua. En pleno invierno, las condiciones de habitabilidad de este piso ocupado son pésimas. «Sólo tengo luz un par o tres de horas al día y el resto tengo que pasar con velas. Tampoco tengo agua, salvo que una vecina me la baje con una goma o si compro garrafas. Además, por la noche, sobre todo ahora en invierno, hace mucho frío», asevera. 

La suerte de esta mujer podría cambiar. Asegura que su caso es seguido desde los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Reus, donde dice que le estarían buscando una vivienda en condiciones. «Mientras esto no ocurra tengo que seguir aquí a la fuerza».

Más casos
Desde la PAH advierten que el caso de Choua y el resto de vecinos del número 35 de la calle Sant Magí no es el único de Reus. «Llevamos tiempo denunciando a través de las redes sociales que hay muchos pisos en ruina ocupados en Reus», aseguran.
 

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