El indulto a dos presos políticos que nació del ‘Diari’

Hubo una vez en que el indulto a dos presos políticos no fue motivo de polémicas, recriminaciones e insultos, sino que sirvió para unir a monárquicos y republicanos, conservadores y liberales, patronos y obreros. Y, tanto o más difícil, a Reus, Tarragona y Tortosa. Sucedió bajo la dictadura del general Miguel Primo de Rivera y su mentor, el rey Alfonso XIII.

Estamos en 1928. El estado de excepción impuesto por el directorio militar persigue a los opositores y reprime las libertades. La censura y la aplicación indiscriminada del delito de imprenta fustigan a la prensa que manifiesta alguna disidencia. En este contexto, en plena jornada de Viernes Santo, el Diario de Tarragona es clausurado y su director, Lluís de Salvador i Andrés (1893-1975), detenido a raíz de un proceso abierto por la autoridad militar.

De Salvador pasa del 6 al 15 de abril encarcelado en la vetusta prisión de Pilatos de Tarragona. Cuando se levanta la suspensión de dos meses impuesta al diario, escribe una serie de siete artículos en los que narra las experiencias vividas en sus once días de cautiverio. En el último de ellos, publicado el 29 de julio, da cuenta de la situación de dos jóvenes reusenses, Jaume Duran Bigorra y Joan Mestres Vall, que cumplen condena por un delito de carácter político cometido durante su adolescencia y que siete años después, cuando ya eran padres de familia, les llevó a prisión, con el consiguiente drama para sus hogares. En Pilatos, uno trabaja de carpintero y el otro de auxiliar de las oficinas y gozan de la confianza de la dirección del presidio.

Ultraje a la bandera

Duran y Mestres fueron condenados por los sucesos del barrio de Sant Ramón –antigua denominación del entramado de viejas calles situadas delante de la Prioral de Sant Pere–, ocurridos en Reus allá por 1920, en que un grupo de jóvenes prendió fuego a una bandera española que colgaba de un balcón –alguna crónica apunta que eran enseñas de papel, posiblemente de las festivas–.

La causa fue juzgada en 1925, ya en plena dictadura, y de los 18 jóvenes procesados, cuatro fueron condenados a dos años y cuatro meses de reclusión por ultraje a la bandera, entre ellos Duran y Mestres. Un par de años después, el Tribunal Supremo ordenó el ingreso en prisión de ambos.

Ante las penosas circunstancias del caso, Lluís de Salvador hace un llamamiento a la sociedad civil de Reus y Tarragona y a los poderes públicos para que los dos jóvenes sean indultados, propuesta que unos días después recoge y también hace suya con entusiasmo el Diario de Reus.

En pocas semanas, la campaña logra un eco inusitado y recaba el apoyo de prácticamente todas las entidades de Reus, de los alcaldes y ayuntamientos de Tarragona, Reus y Tortosa, de las Cámaras de Comercio de las tres ciudades, de la Diputación provincial, del Puerto de Tarragona, de los principales diarios... Mediante instancias y telegramas, solicitan la medida de gracia al Gobierno y al Rey.

El 13 de septiembre, coincidiendo con las celebraciones oficiales del quinto aniversario del golpe de estado perpetrado por Primo de Rivera y el propio Alfonso XIII, el Consejo de Ministros concede los indultos y el Rey los firma. Duran recibe la notificación el día 15 y Mestres el 17, tras la cual son inmediatamente liberados.

El Diario de Tarragona y el Diario de Reus celebran el feliz desenlace con parabienes mutuos y especial reconocimiento a Lluís de Salvador –«en el corazón de los reusenses quedó grabado para siempre su nombre y un afecto imperecedero»–. Pocas veces un escrito del director del Diari habrá sido tan unánimemente bien recibido, ni todo el mundo le habrá hecho tanto caso. De Salvador, eso sí, tuvo que pasarse unos días entre rejas para lograrlo.