El mecánico de Reus: 'Nadie puede obligarme a hacer un trabajo, no promuevo ningún odio'

Habla el mecánico de Reus acusado de un delito de odio por negarse a reparar el coche de una agente de la policía española

03 febrero 2018 18:36 | Actualizado a 05 febrero 2018 11:18
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Un mecánico de Reus, Jordi Perelló, ha sido denunciado por presunta incitación al odio por negarse a reparar el vehículo particular de una agente de la policía española. Según explicó, el agente le llamó el miércoles para pedirle que le arreglara su coche, pero él se negó «por principios» a raíz de los hechos del 1-O. Poco después, la pareja del agente, que es mosso, le habría amenazado por teléfono y en persona, según relató el mecánico. Dos patrullas de la policía catalana se personaron en el taller. Posteriormente, la comisaría de Reus lo citó para que compareciera el jueves acusado de un presunto delito de incitación al odio. El mecánico acudió asistido por un abogado y se acogió a su derecho de no declarar. Ahora está pendiente de que se le pueda citar en sede judicial.

Perelló explicó que el agente se identificó como miembro de la policía española, pero que él le dijo que «no le arreglaría el coche porque a partir del día 1 de octubre decidí que no atendería agentes de la policía y de la Guardia Civil, que posiblemente ella era buena persona, pero que el silencio que habían tenido los hacía cómplices y en mi casa no eran bienvenidos», relató.

«Pasan con el coche tocando el claxon y animándome, y mucha gente pregunta dónde está mi taller para llevar el vehículo»

Poco después, según dijo, le llamó un chico diciéndole «que era un mierdas» y que le «rompería la cara». Al cabo de un rato, añadió, se presentó el marido en el taller, que es agente de los Mossos, y le acusó de ser un «racista». A continuación se desplazaron al establecimiento dos patrullas de la policía catalana y lo identificaron. Por la tarde le llamaron de comisaría.

Perelló argumenta que tiene un taller «no marquista» y «todo el derecho de elegir el trabajo», y considera que le ampara el Real Decreto que regula la actividad industrial y de prestación de servicios en los talleres de reparación de vehículos automóviles, de sus equipos y componentes. «A mí no me puede obligar nadie a hacer un trabajo que no quiero hacer. No promuevo ningún odio, sólo he tomado una decisión personal», insiste.

El mecánico se muestra confiado en que el caso no vaya a más y espera que el juez «tenga un mínimo de sentido común y entienda que, dentro de nuestra libertad, debemos poder elegir con quién tenemos una relación laboral y con quién no». Perelló asegura que, desde que se ha hecho público su caso, ha recibido mensajes de apoyo «de todas partes». «Pasan con el coche tocando el claxon y animándome, y mucha gente pregunta dónde está mi taller para llevar el vehículo».

Según ha explicado su abogado, David Piqué, todavía no han tenido acceso al atestado y desconocen quién ha interpuesto la denuncia. Fuentes de los Mossos confirmaron que se ha remitido el atestado al juzgado de guardia. 

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