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Nueva polémica en el edificio okupado del barrio Horts de Simó de Reus. El bloque número 5 de la calle Wad-Ras lleva desde el jueves sin luz tras el enésimo problema con la instalación eléctrica. Además, las perspectivas no auguran una solución inmediata, hecho que indigna a la comunidad de propietarios, minoría ante las familias okupas. Su presidenta, Natalia Rusneac, explica que el jueves se produjo un nuevo chispazo en el cuadro eléctrico que hizo saltar todas las alarmas.
Dotaciones de bomberos, Guàrdia Urbana de Reus y SEM se desplazaron hasta la calle a pesar de que no tuvieron que intervenir. Fue entonces cuando técnicos de Endesa decidieron cortar el suministro eléctrico de todo el edificio ante el riesgo de que el contador se incendiara. Fuentes consultadas de la compañía aseguran que, desde el pasado mes de enero, se han registrado tres incendios provocados por el mismo motivo. "Nos han cortado la luz sin dejarnos ninguna otra opción. Y todo por culpa de todos los enchufes ilegales que se han hecho", manifiesta indignada Natalia, quien también se pregunta que pasará con la comida y el bienestar de los familias que sí cumplen con sus deberes. Entre los afectados también está el propietario de un bar situado en los bajos del edificio.
Desde la comunidad de vecinos también explican que no tendrán electricidad hasta que la instalación no esté totalmente reparada. Una actuación, calculan, que tendrá un precio muy elevado y que "tendremos que costear nosotros. Y no sabemos de donde vamos a sacar el dinero". Por todo ello, no descartan movilizarse y protestar por una situación que tachan de "injusta" con el apoyo de las asociaciones de vecinos del barrio Horts de Simó y del Carme. El edificio cuenta con 11 pisos okupados y 10 con contrato.
Fuentes de Endesa explican que actuaron este jueves en el bloque a petición de los bomberos y la Guàrdia Urbana de Reus y ante el riesgo de que se produjera un nuevo incendio por la "extrema precariedad" de la instalación eléctrica. Desde la compañía exponen que la situación es fruto de la mala praxis de algunos de los residentes, pero que la comunidad de vecinos es la propietaria de la instalación y la que debe solucionar el problema. De hecho, la electricidad no regresará hasta que no se disponga del certificado de un electricista que valide que el cuadro presenta unas óptimas condiciones.
