El portazo a los presupuestos del PSC de Reus debilita el liderazgo de Andreu Martín

La ejecutiva y la militancia socialista rechazó el preacuerdo que el grupo municipal tenía con el gobierno por 'falta de confianza'. El primer secretario asegura que noticias como el caso traiber, el IMAC o el déficit del hospital han influido en la decisión

19 mayo 2017 15:50 | Actualizado a 21 mayo 2017 14:21
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La negociación sobre los presupuestos ha terminado por evidenciar el mundo que separa a socialistas y convergentes. Son muchos, a lo mejor demasiados, años de lucha política como para pasar página. Además, los hechos más recientes quizás han sido los más complicados. En buena medida por la deriva judicial del caso Innova que ha generado heridas todavía muy lejos de cicatrizarse. Y todo ello sin olvidar que el PSC perdió la alcaldía hace ya dos mandatos.

Ante esta realidad, parecía poco probable que una ejecutiva con pocas caras nuevas, y una militancia todavía más histórica, diera el sí a un gobierno liderado por CiU (ahora PDeCat). Una cosa son acuerdos municipales de menor calado, y la otra tener que aprobar por primera vez unos presupuestos –quizás los más importante que tiene entre manos un Ayuntamiento– con Convergència.

De muy poco ha servido el preacuerdo que el grupo municipal del PSC había tejido a base de numerosas reuniones con el equipo negociador del gobierno de Carles Pellicer. Hasta 11 puntos se habían acordado a petición de los socialistas. Alguno de ellos, además, tan relevantes como la inversión de cerca de un millón de euros para los barrios Sol-i-Vista e Immaculada. Sólo en otros cinco aspectos, para ellos fundamentales, no se habían acercado las posturas.

No obstante, según ha explicado el primer secretario socialista, Andreu Martín, la semana pasada la ejecutiva del partido ya acordó no seguir con las negociaciones y «cerrar la puerta a cualquier pacto». Un posicionamiento que, pasada una semana, fue ratificado en la tarde de este martes y por unanimidad por la asamblea del partido.

Entre los motivos esgrimidos por Martín ha pesado la «mala gestión» y la «falta de confianza» que genera el actual gobierno de Pellicer, al que además sitúa «en una situación de agotamiento». También ha tenido un peso determinante en el no a los presupuestos de 2017 un cúmulo de noticias y hechos que han ocurrido durante las últimas semanas. La disolución del IMAC –una de las instituciones bandera de los gobiernos socialistas–, la problemática entorno al campo de rugby, el caso Traiber o el abultado déficit del Hospital Sant Joan de Reus han terminado por enterrar las posibilidades de pacto.

Sobre esta última cuestión, Andreu Martín ha destacado que su partido se enteró por sorpresa del déficit de 8,4 millones de euros sólo unos días antes del consejo de administración. Aún así, también ha manifestado que el PSC seguirá «comprometido con el Grup Salut tirar hacia adelante una solución que ayude al Hospital».

La secretaría del partido

El portazo tanto de la ejecutiva como de la militancia del PSC a las cuentas de este año ponen en duda el liderazgo de su primer secretario. Elegido hace pocas semanas, Martín ha visto como la primera gran de decisión de su mandato no ha terminado como esperaba. Sobre todo porque, aún siendo consciente de los «riegos» de cerrar un acuerdo con el gobierno, el resultado final «podía ser positivo para la ciudad».

De sus palabras de este miércoles se desprende que en ningún momento se ha sentido desautorizado por la ejecutiva y que el partido ha seguido el proceso interno establecido con total normalidad.

Llegados a este punto, el gobierno municipal deberá ahora adentrarse en la ardua tarea de gobernar con unos presupuestos y unas ordenanzas municipales prorrogadas. Una situación, además, que parece difícil que pueda cambiar. Sólo una suma con Cs, totalmente descartada a día de hoy, sumaría una mayoría suficiente. Y eso sin perder de vista que las opciones de la CUP y PSC quedan ya aparcadas en esta legislatura. Casualmente, han sido las asambleas de ambas formaciones las que han tumbado un acuerdo de sus responsables municipales. Por todo ello parece que la única solución posible pasará por intentar cerrar pequeñas modificaciones de crédito.

Enrech lamenta el resultado

El portavoz del gobierno municipal, Joaquim Enrech, también ha pronunciado este miércoles una breve comparecencia ante los medios para lamentar que las diferencias entre el grupo municipal y la ejecutiva del partido hayan dilapidado que la ciudad tenga presupuestos.

Él mismo también ha expuesto que dos barrios de la ciudad se quedarán sin mejoras fruto del no acuerdo. Se espera que hoy sea el alcalde Pellicer quien se pronuncie públicamente al respecto.

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