El reloj de la Plaza del Prim lleva más de una semana sin funcionar

Según la empresa Borges, este viernes se iniciarán las reparaciones pertinentes

09 enero 2020 09:40 | Actualizado a 09 enero 2020 09:44
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En lo poco más de una semana que llevamos de año, el reloj de la Plaça del Prim no ha mostrado la hora. El aparato ha tenido problemas técnicos, al menos, desde el pasado 30 de diciembre del 2019 y cuando empezó a funcionar a trompicones.

Según apuntan desde la empresa reusense Borges S.A anunciante del reloj más famoso de la capital del Baix Camp, el aparato tiene que ser reparado porqué alguna de las piezas no funciona correctamente. Una vez diagnosticado el problema, están a la espera de las piezas adecuadas y no será hasta mañana que el técnico irá a repararlo.

Al encontrarse en un período de vacacional y de festivos estatales, Borges no ha podido afrontar antes el problema, muy a pesar de sus intenciones. Sin embargo, y dadas las fechas en las que se ha producido el incidente, aún no se ha podido definir con certeza que la pieza disponible sea la adecuada para solucionar la avería del reloj.

No es la primera vez que el reloj sufre un percance. El pasado mes de junio los indicadores de la hora del reloj se quedaron clavados en una numeración fija y se fundían a negro de forma intermitente. Además, hace tres años, una avería provocó dificultades de lectura de los caracteres led. Sin embargo y a pesar de los problemas técnicos, Borges no tiene previsto cambiar el aparato, que ya se reemplazó en 2015, cuando la empresa local comenzó a publicitarse en este icono de la plaza del Prim y cambió el sistema por uno que también mostrara, también, la temperatura y la humedad.

Apuesta local

Borges reemplazó a Coca-Cola como empresa publicitaria de la parte superior de la pantalla del reloj el 20 de septiembre de 2015 bajo gran expectación ciudadana ya que la empresa agroalimentaria pasaba a ocupar el cielo de la Plaza Prim después de que estuviera mostrando la marca de refrescos internacional durante treinta años. El precio de alquiler que se barajaba cuando empezó el proceso de renovación era de entre 8.000 a 9.000 euros al año.

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